Somos un amasijo sempiterno,
por ciclos y momentos diseñados
los comienzos tienen finales,
con fecha de vencimiento adosado.
Portamos dolores tan profundos
que se adhieren a los huesos;
demuelen al alma distraída,
son inquilinos y propietarios.
Somos la vulnerabilidad absoluta,
hojas al viento en un día de otoño,
la vida es una ráfaga en el tiempo
pero nos creemos inmortales.
Las células son referentes diarios,
por miles fenecen dentro,
el presente es lo único tangible,
el ayer pasó y el mañana no existe.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Viviana Laura Castagno Fuentes

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