El río es un seductor nato
tiene sus dones, en espejo muta
mientras sus aguas meditan.
Sabe tornar a mar convulso
cuando arrecian tempestades
que su serenidad secuestran.
En un escultor se convierte
y esculpe con eficiencia
a la piedra que en silencio espera.
Guarda secretos en su lecho
atesora sonrisas y tribulaciones
porque solamente él, comprende.
Viviana Laura Castagno Fuentes