Que seas río manso
y cuando los óbices aparezcan
que a férreas cascadas mutes.
Y cuando ya no resistas
porque menguaron tus fuerzas
vuélvete un lago, sereno, sabio.
Quédate como si una asceta fueses
hasta que huyan las borrascas
porque no pudieron contigo.
Cuando todo se apacigüe
busca a la elegante pérgola
y junto a la aljaba fucsia... florece.
Viviana Laura Castagno Fuentes
No hay comentarios.:
Publicar un comentario