Cuando las aguas
exquisitas arquitectas
expertas diseñadoras
a las rocas esculpen.
Cuando las glicinas
trepan hábilmente
a la pérgola que las aguarda
mientras la tapiza con donaire.
Cuando el sutil otoño
pincela con ocres y dorados
los follajes ayer nomás verdes
y en un cuadro los convierte.
Cuando el vergel magnífico
muta su escenario
y aparecen otros actores
para continuar la obra.
Son todas manifestaciones
que a mi alma gratifican,
es la natura curando heridas
en la analgesia perfecta
es la justificación de la vida.
Viviana Laura Castagno Fuentes



















