No olvidaré jamás,
que me sostuviste
cuando se derrumbó
—intempestivamente—
sobre mi cabeza el universo.
No olvidaré jamás,
que me hablaste
—con silencios—
supiste que las palabras
eran fútiles e innecesarias.
No olvidaré jamás,
esa mañana en el río
me sugeriste entregar
—mis pesares a las aguas—
para que en ellas se mimeticen.
No, no olvidaré jamás,
porque es imposible
olvidar, a quién estuvo
—cuando yo dejé de estar—
porque tuve un eclipse dentro.
Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:
Publicar un comentario