Déjenme celebrar la primavera
sin las intervenciones humanas,
quiero a mis glicinas derramadas
sobre los muros con ladrillos viejos.
Dejen ser a la natura, es tan sabia,
no estorben su magnificencia
ella posee sus tiempos para todo
sabe cuándo ser flor y cuándo fruto.
No mutilen a mis árboles,
sin su exuberancia no hay sombras,
ellos expanden sus ramajes
son sublimes protectores naturales.
Observen a las estaciones
ellas exhiben sus potestades,
el otoño despoja el ropaje del estío
saben convivir con destreza ambos.
Déjenme celebrar la primavera,
es mi paradigma, mi obsesión diría,
hoy acuna a los fríos obstinados
y ella le responde floreciendo.
Viviana Laura Castagno Fuentes



















