Confieso
que amaba caminar 
hasta tu cuerpo escondido 
para solazarme, 
porque para mí
era justamente allí
donde residía tu encanto. 
Hoy, 
no posees más
ese efecto inefable
que dificultaba el encuentro,
te han desinhibido
y la timidez te arrebataron.
No sabes amigo 
¡cuánto extraño esos tiempos!  
había que descubrirte  
eras el tesoro que dormía 
detrás de una maraña 
de espinillos, tus protectores. 
Sigues siendo una belleza 
eso es algo indiscutible,
porque eres un privilegiado
tus dones tienen al cielo
como el único límite te aseguro. 
Pero íntimamente 
percibo que me usurparon
un derecho inalienable,  
porque yo amaba explorarte
cuando eras un timorato 
amparado con solvencia 
por una vegetación cómplice, 
pero ahora amigo mío 
en un osado, un exhibicionista, 
sin tu anuencia, te han convertido. 
Dedicado al bellísimo "Río Uruguay", baña la margen este de la "Ciudad de Monte Caseros - Provincia de Corrientes" 
Viviana Laura Castagno Fuentes