Está, la poesía está por doquier,
ama disfrazarse de primavera
tiene la espontaneidad de una niña.
Nos mira muchas veces
desde las hojas trémulas
que emancipó el provecto sauce
mientras una alfombra
con ocres está diseñando.
Se mimetiza la exquisita dama,
en la lánguida gota de rocío
que sobre un pétalo medita.
Espía la esquiva con solvencia,
devenida en un bellísimo amanecer
mientras su espectáculo despliega.
Fluye, cuando la intuye el alma,
sino dormita sobre la piedra inerme
hasta que a "la pasión" despierta
porque sin ella, la poesía no sería.
Viviana Laura Castagno Fuentes


















