Después de las cerrazones
—que aún persisten—
porque no se han disipado.
Después de la marea
que inundó mis playas
desdibujando tus huellas.
Después del ocaso
que interrumpió las mañanas
y fagocitó muchos sueños.
Después del invierno
que debilitó a la aljaba
porque la sorprendió afuera.
Después de tanta inclemencia...
Puedo decir sin regodeos
que me salvó tu amor
y me seguirá salvando.
Viviana Laura Castagno Fuentes



















