La vida, esa docente eviterna que a rendir exámenes nos conmina y no pregunta si estamos preparados, porque así es ella.
Nosotros, reincidentes consuetudinarios, expertos en desbaratar las obviedades cuando a nuestra realidad no se acomodan.
Nos escudriña la vida, mientras nos imparte docencia plagada de sutilezas para leer entre líneas y nos ofrenda a la flor para resarcirnos de las espinas que nos laceraron.
Sabemos que el viaje es azaroso y aún así insistimos con lo previsible porque los cambios nos incomodan —aunque lo único permanente son ellos—.
Somos irredentos, navegamos en mares de mentiras creyendo que a la verdad eludimos a sabiendas de que inexorablemente en esas aguas procelosas —más pronto que tarde— naufragaremos... porque así somos nosotros.
Viviana Laura Castagno Fuentes