Las previsibles turbulencias
abruptamente aparecen
y a rectificar el derrotero
inevitablemente me conminan.
Se interpusieron los desfiladeros
y a los suaves valles eclipsaron
ante un cielo inconmensurable
que aún, cierta seguridad garantiza.
Es la vida como siempre
explicando la lección de nuevo
a quienes deambulamos todavía
descifrando nuestros vacíos.
Viviana Laura Castagno Fuentes
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