Amigo, regresé a tus brazos.
No dejé de pensar en ti,
fuiste mi primer amor
día a día dialogábamos,
eras mi numen privilegiado.
Al terminar la jornada,
era un placer supremo
ir a buscarte, para llenar
tus páginas vacías,
con lo acontecido en mi día.
Te confieso algo:
me he dedicado
es un placer supremo
soy una rehén voluntaria.
Desearía con ellos,
o imbuir de paz
Estuve observando rostros enjutos
he percibido sus angustias
los ojos estaban abiertos
pero te aseguro, parecían cerrados.
Desearía amigo
pero sería una actitud omnímoda.
¿Cómo pretender iluminar
por tragedias tan privadas?
Amigo mío, hoy decidí
que seas mi confidente
Estoy desarmada,
y honestamente



















