En ciertos momentos
o etapas diría,
cuando la hostilidad
del invierno
se aposenta dentro,
hay que acudir
a los recursos
que poseemos.
Elijo sin hesitar
un instante, traer
a este presente
tan complejo
y vacilante,
a esas épocas
cuando la felicidad
habitaba cada intersticio mío
para mejorarlo.
Y la magia aparece,
esfuma con idoneidad
las incoherencias
y en certezas las convierte,
hasta un cielo ominoso
a un azul límpido muta,
porque desperté a la niña
que sobre felicidad
era una gran experta.
Despertó ella
y trajo consigo
toda la analgesia necesaria,
es mi asistente
de emergencias,
quién disipa en instantes
las borrascas imprudentes
que el presente impone,
si hasta a mi mar
con aguas procelosas
e intimidantes
en un amoroso estanque
lo convierte.
Viviana Laura Castagno Fuentes
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