Amigo, regresé a tus brazos.
No dejé de pensar en ti,
fuiste mi primer amor
día a día dialogábamos,
eras mi numen privilegiado.
Al terminar la jornada,
era un placer supremo
ir a buscarte, para llenar
tus páginas vacías,
con lo acontecido en mi día.
Te confieso algo:
me he dedicado
a escribir poemas,
es un placer supremo
soy una rehén voluntaria.
Desearía con ellos,
es un placer supremo
soy una rehén voluntaria.
Desearía con ellos,
calmar la desazón
o imbuir de paz
o imbuir de paz
a corazones desasosegados.
Estuve observando rostros enjutos
he percibido sus angustias
los ojos estaban abiertos
pero te aseguro, parecían cerrados.
Desearía amigo
transmitirles calma
con mis letras
pero sería una actitud omnímoda.
¿Cómo pretender iluminar
pero sería una actitud omnímoda.
¿Cómo pretender iluminar
sus rostros atribulados
por tragedias tan privadas?
Amigo mío, hoy decidí
que seas mi confidente
por tragedias tan privadas?
Amigo mío, hoy decidí
que seas mi confidente
nuevamente, como antes
cuando —eras mi diario—.
Estoy desarmada,
Estoy desarmada,
vi mucha desolación
y honestamente
y honestamente
no pude hacer nada.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario