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viernes, 1 de noviembre de 2024

EL INCONDICIONAL


¿Qué hay después 

de un gran amor munido

de incondicionalidades?


¿Qué hay después

de un amor sin restricciones

ataviado con luces reverberantes?


¿Qué hay después

luego de la exuberancia 

cuando los fríos acicatean?


Queda la adaptación

diaria e inevitable

a un amor que vivirá dentro.


La vida, la docente 

explica con contundencia

nos esperan amores intrascendentes.


Son los amores efímeros, nimios,

porque al alma solamente ingresan

los sublimes amores incondicionales.


Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 31 de octubre de 2024

UN SENTIMIENTO INSUPERABLE


Podría esgrimir 

muchos argumentos

y todos serían válidos,

pero no he logrado 

convencer a mi alma

que ya es tiempo 

para dejar de extrañarte.


Y me pregunto: 

¿Qué es extrañar,

por qué desordena

con un ímpetu arrasador

mi universo interno

donde reina la primavera

y no el caos del otoño?


Ensayo las respuestas,

hurgo en la definición

exacta y apropiada 

que explique con precisión

—un sentimiento inexacto—

y dubitativo que me amuebla

desorientando a mis estrategias.


Pero es tan complejo,

que ha derrotado con creces

todos mis recursos 

y agotó a mi diccionario,

diré solamente: —extrañar—

es claudicar ante una batalla

y más aún, es perder una guerra.


Y no me refiero 

a que es un sentimiento

insensato u oprobioso,

logra arrebatar mi paz

desdibuja mis zonas calmas

—donde aún vives sonriendo—

e inaugura al dolor de nuevo.


Viviana Laura Castagno Fuentes

martes, 29 de octubre de 2024

ELLA, MI MADRE


Mi madre, era una mujer con una sabiduría admirable. Deseé siempre ser una heredera de ese don (su sabiduría) a veces creo lograrlo, pero otras veces percibo que me extravío en el intento.


Ella fue quién me incitó a escribir, aunque comencé desde muy niña jamás tuve la intención de publicar un libro para albergarlas, hasta que mi madre —con su amor y tenacidad— logró convencerme y el libro vio la luz al comienzo del año 2020 —justo cuando parte del mundo apagaba la suya—.


Mi Madre partió hace un año y diez meses dejando zonas horadadas que son tan vastas como insuperables y me refiero al dolor que a veces parece exiliarse definitivamente —pero basta una foto o un recuerdo suyo— para que irrumpa con la fuerza de un vendaval y se aposente de nuevo, como si el tiempo se hubiese detenido en la madrugada de su adiós definitivo. Mi Madre apelando a lo que todavía deseaba "enseñarme" bajó su mascarilla y con las limitaciones de su patología expresó: "La muerte es lo más natural que existe" y falleció.


Ha sido una mujer tan única como extraordinaria, digna, magnánima hasta con quién no merecía y con la exquisita capacidad para disculpar la malicia a sabiendas de que era intencionada.


Podría continuar horas escribiendo sobre mi Madre, reconozco que merece un libro y en ello estoy abocada, pero plasmaré algo que siempre me decía (extraído de unas de sus incursiones en la lectura) y adoraba reiterarlo por la sabiduría que tenía implícita:


"Las dificultades nos ponen a hervir en agua, si somos como el huevo —nos volveremos duros e insensibles— pero si somos como la papa —nos volveremos blandos y maleables—, hija elige siempre ser una papa".


Sí mamá —elegí ser una papa— y te aseguro que me gratifica porque le aporta paz a mi universo y luz a mis días sombríos cuando la noche insiste en perpetuarse.


—Ser una papa— me mantiene erguida aun cuando extrañarte sea un hecho irremediable que carece de paliativos, pero jamás me volveré —un huevo— porque supiste transmitir valores inconmensurables con tus actitudes y ellos han sido —entre otros— la herencia más valiosa para mi vida.


Viviana Laura Castagno Fuentes

domingo, 27 de octubre de 2024

MIS SUEÑOS


Los sueños —esos intangibles—

son bordados por el alma

con el mismo tesón y amor

con que fueron diseñados.


Son una dúctil amalgama, 

una trama cuasi perfecta 

donde hábilmente se entrelazan 

eclécticos y coloridos matices.


Y amo hablar de sueños

—no me agradan los proyectos—

poseen reminiscencia a soberbia

nos enseña la vida —viviendo—.


He nacido casi —atesorándolos—

y lejos de pretender ser su carcelera

elegí incrustarles alas, siempre

para que sean libres —hasta de mí—.


Los sueños...


Viviana Laura Castagno Fuentes

SUTIL METAMORFOSIS

 

Un rosal solitario

con flores rojo púrpura

ha despabilado a un jardín

que estaba gris y alicaído.


Trajo la luz necesaria

que en ausencia estaba

y ahora su beldad exhibe

en el silencio de la estridencia.


Un rosal, un timorato casi,

se convirtió en escenógrafo

con sus rosas rojo púrpura

que en artistas devinieron.


Un rosal solitario

—un paradigma en sí mismo—

sobrevivió a condiciones inhóspitas

y enseñó todo con sus fulgores.


Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 24 de octubre de 2024

DE OTRO MUNDO


Los seres extraordinarios

que poseen 

—de cristal el alma—

son amos de potestades únicas.


No necesitan nada,

lo material les es ajeno

—hasta lo ignoran—

son seres de otro planeta.


Visten de magnanimidad

aunque lluevan mezquindades,

—las sortean con elegancia—

la generosidad es su esencia.


¿Y qué decir 

sobre sus dones?,

encienden luces por doquier

espantan a la oscuridad sonriendo.


Modifican el universo

de propios y ajenos,

mutan en vergeles pródigos

las esterilidades que abundan.


¿Y cuando se van 

—en silencio— como vivieron

hacia ese lugar ignoto

del que nadie ha regresado?


Se pulverizan los sueños

—porque los sueños eran ellos—

tornó el día a noche larga

y una parte de nosotros 

junto a ellos también se exilia.


Viviana Laura Castagno Fuentes

martes, 22 de octubre de 2024

CUANDO SUCEDA


Cuando nuestro reencuentro 

por fin se produzca, 

disipará todas mis incertezas. 


Nos reconoceremos 

tal vez siendo mariposas

o ¿por qué no?, siendo flores. 


Las probabilidades sobran

y todo está habilitado 

—excepto no creer en ello—. 


Sé, que nos intuiremos 

aun en piedra inmóvil devenidas, 

habrá una energía guiándonos. 


Cuando nos reencontremos

una luz incendiará el universo

habrá dos almas en una fusionadas. 


Viviana Laura Castagno Fuentes 

lunes, 21 de octubre de 2024

¿CUÁL ES SU PERFUME?


 ¿A qué huelen

las poesías recién escritas

cuando hacia el orbe viajan

frágiles y adormiladas?


Tal vez huelan

a la fragancia indescriptible

de las glicinas —en vides devenidas—

cuando la primavera arrecia.


Aunque la respuesta

goza de subjetividad, es ilimitada,

posee a un universo implícito

con sus soles y sus lunas.


Hay quienes dirán

que hay una mixtura 

perfecta y armoniosa

entre varias esencias naturales.


¿A qué huele 

la poesía recién pergeñada

cuando —aún timorata— su vuelo

de emancipación emprende?


Para mí es tan peculiar y único,

no posee parangón alguno

porque sencillamente su aroma

emana de las orillas del alma.


Viviana Laura Castagno Fuentes

FUNDAMENTOS

 

Me habitas...

aunque no pueda verte

ni escuchar tus carcajadas

ni mirar la sonrisa en tus ojos.


Me habitas...

y es un hecho inevitable

ordenas mis desprolijidades

y le otorgas fundamento a todo.


Me habitas...

en las primaveras glamorosas

cuando las estridencias abundan

y también en los gélidos inviernos.


Me habitas...

y no puedo definir dónde

porque definitivamente

colmas todos mis espacios.


Me habitas...


Viviana Laura Castagno Fuentes

SOBRE MAGNIFICENCIAS


Adoro la ductilidad

de las flores en primavera,

son exquisitas desplegando su arte

mientras los escenarios decoran.


Adoro al mar 

cuando en apariencia duerme

y sus fauces están cerradas

como en actitud meditabunda.


Adoro la versatilidad

que posee el agua,

es suave y poderosa a la vez

cincelando a la férrea piedra.


Adoro otear al cielo

cuando una borrasca anuncia

conmocionando la tranquilidad

de las desorientadas avecillas.


Adoro a la natura toda

porque todo es inconmensurable

amo sus estados furibundos

pero también la paz que instala.


Viviana Laura Castagno Fuentes

domingo, 20 de octubre de 2024

DESASOSIEGOS

 

Hoy —fue un día difícil—

de los que no hay escapatoria

las raíces su desazón hundieron 

las que creí arrancar de cuajo. 


Los recuerdos me atosigaron

—exigieron todo de mí— 

porque todos juntos despertaron

cuando más vulnerable estaba. 


La potestad de la primavera 

—desplegó un orbe a mi medida—

entre brotes tiernos y primorosos 

y pimpollos que en flores devinieron. 


Estaba distraída intentando seguir

¿O existe una opción que ignoro? 

pero hoy —respondió la vida—

a la improcedencia de mis preguntas. 


Tenía miles de besos acumulados

y abrazos huérfanos preparados 

—trampas que inventa la mente—

cuando la cauterización ha fallado. 


Hoy, fue un día difícil... 


Viviana Laura Castagno Fuentes 

viernes, 18 de octubre de 2024

¿UNA OSADÍA?


Deberíamos tener

una sutil oportunidad

un entresijo —diría—

—para espiar a la muerte—.


Sí, deberíamos poder

acceder a una hendija

—o al ojo de su cerradura— 

para otear de qué se trata.


Porque convengamos

ignoramos todo sobre ella

 —es nuestra única certeza—

y un albur es la vida toda. 


El proceso del dolor ante un adiós, 

nos conmina a navegar

—en un mar ignoto y desafiante—

sin puerto ni amparo alguno. 


Si pudiésemos averiguar

a dónde se van quienes

—en el camino se adelantaron—

las desazones se atenuarían.


Definitivamente

deseo espiar a la muerte

para encontrar un anclaje

saber que estás bien y ya no sufres.


Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 17 de octubre de 2024

IRREEMPLAZABLES


Hay personas 

que nos modifican, 

son tan especiales ellas

tan únicas e irrepetibles

que en magia se convierten. 


Nada esconden, 

no saben de artilugios 

ni de estratagemas 

lo genuino es su brújula 

y la convicción es su derrotero. 


Encienden luces 

allí donde las sombras 

minimizan a las estridencias, 

son artífices involuntarias 

de perpetuos renaceres. 


Hay personas 

que nos edifican, 

cambian nuestras prioridades 

lo que ayer era importante

hoy, en nimiedad se ha convertido. 


Hay personas

que nos modifican, 

y están —aunque no estén— 

porque el secreto que ostentan 

es —poseer de cristal el alma—. 


Viviana Laura Castagno Fuentes 

jueves, 10 de octubre de 2024

MI AGRADECIMIENTO EVITERNO


¿Sabes?

Sin —el amor inconmensurable—

que supiste sembrar en mí,

el camino hubiese ostentado

óbices tercos y tortuosos.


¿Sabes?

Lograste con tus vastos dones 

cincelar espacios ignotos

—con tu intuición como anuencia—

eras un mar esculpiendo lo pétreo.


¿Sabes?

Fuiste una amalgama perfecta

entre la docencia espontánea

—la que restricciones tejía—

mientras a la imaginación alentabas.


¿Sabes?

Por todo ello —estoy a salvo—

no pudo el dolor inmenso y duradero 

esmerilar un ápice lo blando

al contrario —lo ha solidificado—.


¿Sabes?

Soy otra ahora —mejor que antes—

hasta en eso fuiste generosa

—insuflaste fortaleza en lo frágil—

justo cuando más debilitada estaba.


¿Sabes?

Fue —durísimo mi invierno—

trajo a los fríos que entumecen

—pero con mis vergeles internos—

no pudo, ni podrá nunca te confieso.


Viviana Laura Castagno Fuentes

lunes, 7 de octubre de 2024

ELLA, MI FARO ORIENTADOR


Soy poesía con creces

—y no podría evitarlo—

sería una finta innecesaria

una irreverencia a mis letras.


Soy escritura definitivamente,

tengo un idilio inefable

—una relación simbiótica—

con las palabras que me amueblan.


Me declaro una inhábil

un fracaso estrepitoso

porque jamás pude esbozar

—con la anuencia de la mente—.


Poseo una fuerza motriz

—es quién me induce y acicatea—

convoca a los sentimientos

y a las emociones cohesionados.


Porque: ¿Cómo sería escribir

—escindida de lo más valioso—

que con la libertad se solaza

e intensidad a mis letras incrusta?


¿Cómo denominar poesía entonces

sin contemplar que la aquiescente

y la garante de cuanto plasmo

—no es mi mente— sino mi alma?


¿Cómo?


Viviana Laura Castagno Fuentes

sábado, 5 de octubre de 2024

ESPERAS... VANAS

 

Todo está aviado,

hay un café esperando

servido en tu taza predilecta.


Estoy colmada con creces

con —tu amor inextinguible—

que me erige y me sustenta.


No temas, ni sufras,

—cuando frágil me percibas—

es natural, ¿te acuerdas?


Todo está aviado,

tu café tornó a témpano

cuando irrumpió la primavera.


Viviana Laura Castagno Fuentes

EMISARIOS

 

Me he extraviado, o tal vez han cambiado los carteles que mi orientación garantizaban.

No era este el lugar, no era el mes tampoco y hasta me equivoqué de año.

Tengo un amasijo de sentimientos —que juntos dan forma a una obra de arte— se parece a las que  construyen con metales y hojalatería —hay de todo un poco y para todos los gustos—.

Estoy sin estar siquiera, como si una escisión interna me hubiese diseminado en mil fragmentos que en un universo nuevo y desconocido se están esparciendo. 

Y me pregunto: ¿Por qué?, si justamente —la certidumbre era mi puerto—, el sitio perfecto donde mi navío tenía su resguardo habilitado.

Y vuelvo a preguntarme: ¿Por qué el caos se apoderó de mí?, —infligió tanto daño— que mis letras se han volatilizado y hacia un lugar ignoto —sin mi anuencia— han viajado. 

Intento erigirme y ponerme en pie, —se derrumbó una montaña sobre mi cabeza— y aun no logro discernir si estoy despierta o dentro de un sueño interminable. 

Mientras escribo, desde el afuera ingresa la algarabía de los loros —soliviantados y tumultuosos— amenizan gratamente mi escritura, mientras me abstraen un poco y cierta paz instalan.

Y como la natura —aporta mensajes encriptados siempre— me pregunto: ¿Serán acaso los loros portadores involuntarios de las respuestas que faltan?

Porque convengamos, los traviesos y gregarios loros que en la araucaria anidan, irrumpieron justo cuando —sentía a una galaxia explotando— y —como por arte de magia— la montaña derrumbada comenzó a generar un orden inesperado y necesario mientras me liberaba.

¿Fuiste tú verdad?, las aves fueron solamente las mensajeras, como ha sido el colibrí —hace unos meses— o la bellísima mariposa monarca que hasta mi escritorio osó ingresar hace unos días.

Porque eres la causa de mis extravíos, pero también eres —quién con amor reorganiza el caos—  que de mí se apodera cuando mis galaxias estallan y mis caminos se confunden. 


Viviana Laura Castagno Fuentes

lunes, 23 de septiembre de 2024

EGRESOS


En la contundencia 
que el silencio impone
cuando al estrépito calla.

En las mutaciones
que trajo la primavera
modificando el entorno.

En la mente divagando
cada vez que el insomnio
se empecina con mi sueño.

En la brisa amable
que acaricia con sutileza
los pétalos que han despertado.

En el brillo de un cielo
que de cerúleo se ha investido
y con la mar se confunde.

En los aromas y sabores
de un pan recién horneado
hecho con amor y delicadeza.

En todo ello y mucho más
—egresas de los recuerdos— 
y en presencia irrefutable, mutas.

Viviana Laura Castagno Fuentes

sábado, 21 de septiembre de 2024

LA CONTUNDENTE

 

El cambio comenzó

—hace un mes más o menos—

y hacia donde observemos

la metamorfosis continúa.


Despertaron los brotes

los verdores intensos,

—estallaron las ramas— 

con sus bellísimas flores.


Llegaron desde otros lares

—nuevas variedades de aves—

hasta se engalanó el sauce

para ofrendarles cobijo.


Se apresuró el alba

hay destellos diferentes,

—se han prolongado las luces—

¿Hubo un pacto con la noche?


¿Y el cielo?, no es el mismo

luce otras estridencias,

los fríos están claudicando

ante una calidez que avanza.


Entonces...

¿No son todos indicios 

evidentes e irrefutables

de que la primavera reina

y todo ha modificado?


¿Y debo creer en la ciencia

—con su manifiesta soberbia—

que el equinoccio comienza

entre mañana y pasado?


Entre la naturaleza y la ciencia

—creo en los esplendores— 

porque la natura señores

la natura —jamás miente—.


Viviana Laura Castagno Fuentes

viernes, 20 de septiembre de 2024

AROMAS

 

¿A qué huelen

las letras, que en un poema

con amor fueron plasmadas?


Puedo intuir al menos

que tendrán una fragancia

a frescura y primavera.


O tal vez sepan 

a bellísimas lavandas

cuando una brisa las mece.


¿Y si su perfume 

sabe a mar en la madrugada

cuando sus aguas sueñan?


¿Y si nos sorprenden 

y descubrimos alborozados

que su aroma —huele a alma—.


¿A qué huelen las letras

recién estrenadas

que en una poesía viven?


Viviana Laura Castagno Fuentes