Sucedió finalmente
lo que tanto temía
e intuí desde siempre,
porque sería una devastación
y estaría mucho tiempo
exangüe debajo
de una montaña de escombros...
los míos.
Continúo adaptándome,
a seguir a solas
mientras esculpo
a mi manera, las erosiones
e intento reconvertirlas.
Descubrí mis falencias,
mis zonas limítrofes
las fragilidades enormes
las equivocaciones reiteradas
mi precaria solvencia en todo.
Pero deseo tranquilizarte
porque estaré mejor,
es un proceso lento, doloroso
exigente como no hubo otro
y estaré sólida cuando amerite
nunca antes
y después de esta experiencia
escalaré el aconcagua
o cruzaré los andes... descalza.
Viviana Laura Castagno Fuentes



















