La palabra escrita
esa estratagema sutil
que ha urdido el alma.
Porque aun silente
ella nos está hablando
aunque la desdeñemos.
Y es tan habilidosa...
sabe encontrar el resquicio
y justo por allí se escurre.
Es amante de la soledad
su hábitat natural, su casa,
el taller donde se construye.
La poesía — ese sorbo literario—
es el idioma elegido
donde cohabitan brisas y tormentas.
Viviana Laura Castagno Fuentes