A veces me sorprendo,
porque sin proponerme
sigo imaginando que estás aquí,
trampas que me inventa la mente,
tan hábil ella, tan impredecible.
Porque es astuta, busca atajos,
y me lleva a recónditos espacios,
donde tus recuerdos aún duelen.
Pero, se interpone el alma,
sabe encender alarmas,
creo que pretende despertarme
—porque siente que aún duermo—
cuando taciturna me observa.
Mi mente, una urdidora habilidosa,
sabe que gesto fantasías siempre
—para suavizar los declives de la travesía—
e insiste en traerte a este presente.
Pero no me engaña, es una timadora,
estás en el pasado, eres historia,
porque no logramos trascender
los límites que nos fueron impuestos.
Mente y alma, tan íntimas,
pero tan disímiles siempre.
Una posee artilugios tantos
tiene esperanzas escondidas
y la otra, es mi cómplice,
la que logra, aun desgarrándome,
despabilarme.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Viviana Laura Castagno Fuentes



















