¿Y por qué
mi obtusa convicción
en creer que te has ido?
¿Si en cada lugar que miro
percibo que nos miramos
porque te has vuelto invisible?
Son las estériles búsquedas
para quienes nos quedamos
con montañas de vacíos.
Es la mente domeñando
—como es su naturaleza—
y la acendrada alma cediendo.
Ella, que posee la sabiduría
se hace a un lado una etapa,
para regresar después
cuando la borrasca ha amainado.
Y nos explica como nadie
—que el amor no muere—
elige un lugarcito íntimo
y se queda vivir en nosotros.
¿Y por qué
mi absurda insistencia
en creer que te has ido?
Viviana Laura Castagno Fuentes



















