Siempre, siempre supe
porque me fue enseñando
la experiencia,
que tu adiós
era inevitable,
porque nadie escapa
vivo de la vida.
Pero, también es verdad,
que la muerte, tu muerte,
generó un desastre,
un amasijo de sentimientos
que me han postrado
derrumbando una a una
mis estrategias, mis avales,
confundió los amaneceres
con las noches
y bifurcó los senderos
esos que tanto conocía.
Elijo hoy,
contra todas las sugerencias
existentes,
hundirme en las profundidades
de las arenas movedizas
que propone el dolor,
no escapar de él
porque me seguirá...
aunque del planeta huya.
Volverán las risas
te prometo
esas que tanto te agradaban,
pero ahora no...
permíteme regodearme
en lo que ha quedado de mí
porque te has llevado todo
o casi todo diría
y debo edificarme otra vez.
El tiempo, es el único terapeuta
que curará sabiamente
las heridas y los dolores
que hoy me amueblan,
tengo un eclipse dentro
aunque el informe
meteorológico
hable sobre días radiantes
sin pronósticos de tormentas.
Yo, tengo un eclipse dentro,
se dieron cita
todos los fenómenos naturales,
estoy intentando sortear
huracanes devastadores
e inundaciones pertinaces
que están poniendo a prueba
si emerjo de allí...
más sabia y fortalecida.
En memoria de mi "Madre Amada"
Viviana Laura Castagno Fuentes