Cuando los caminos
recorridos
comienzan a ser más largos
que los aun inexplorados,
percibo muy dentro
que de vacíos
y ausencias
me estoy llenando.
Parece una contradicción
lo expresado...
¿Llenarse de vacíos?
Sí, si hasta siento
que me asfixio
entre las ausencias
que en recuerdos
se han convertido.
¡No puede ser verdad!
¿Cómo continúa la vida?
¿Cómo adaptarse
a estas limitaciones,
a mirar tu rostro
en la galería de imágenes
o escuchar tu voz
en una grabación espontánea?
Se ha llenado mi vida
de vacíos y de ausencias,
es como observar
un vergel primaveral
reducido a la precariedad
que propone
la rudeza de un prematuro
invierno.
Viviana Laura Castagno Fuentes

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