Cualquier inestabilidad
tenían un refugio asegurado
si tú allí estabas.
Un día borrascoso
dejaba ver a un sol impoluto
—se extinguían los grises—
solamente con tu presencia.
Hasta los aromas
eran otros y especiales,
—fragancias que traían al pasado—
con una impronta única.
—Los diálogos eran poemas—
con palabras cuidadas, meticulosas,
expresadas con precisión
cada vez que conversábamos.
Disipabas los miedos todos,
—cauterizabas heridas—
con tus genuinas carcajadas
Estar a tu lado garantizaba
(aunque este mundo indolente)
Viviana Laura Castagno Fuentes



















