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miércoles, 17 de abril de 2019

EL ANÁRQUICO


Amaba caminar
por los senderos
que tapizaba el otoño,
escuchaba crujir a las hojas
de un árbol de plátano
que él había desnudado.

El otoño es así,
irreverente, es un intruso,
llega a desordenar
a una naturaleza pródiga,
despoja en instantes
lo meticuloso del verano.

Hasta las aves alborota,
ayer nomás, había sinfonías
en cada árbol, en cada rama,
hoy, el silencio es señor y amo
porque a otros lares partieron.

El viento obstinado
es un aliado tácito,
desprende con bríos
los moribundos follajes,
hasta el cielo luce entumecido
las luces son otras y diferentes.

Viviana Laura Castagno Fuentes
          

NO CIELO, AHORA NO



No parpadees cielo,
porque cada vez que lo haces,
apagas la luz de mis estrellas
y a oscuras me dejas.

Y es allí, en tu brillante regazo,
donde nos encontramos,
nuestras miradas, aún lejanas,
en un abrazo, cada noche, se funden.

Pero debes estar atento,
no nos quites esa magia,
eres el único nexo que poseemos,
porque todo lo demás, nos separa.

Ahora, que ya comprendes,
abre tus ojos por favor,
deja que tu luz infunda esperanza,
no parpadees esta noche
no lo hagas, no duermas.


Viviana Laura Castagno Fuentes

martes, 16 de abril de 2019

LA HUMANIDAD ANESTESIADA



La humanidad, tal como está,
vive adormilada, deshumanizada,
—por poderes varios domeñada—
mientras el alma desespera.

Hay guerras inexplicables 
hambrunas escalofriantes,
enfermedades y enfermos
no tienen ni médicos ni medicinas.

Si es así, la humanidad,
está perdiendo su oportunidad
de resarcir sus groseros errores,
con tantas tragedias evitables.

La vida debería ser una fiesta,
todos gozando de los mismos
derechos y responsabilidades,
pero la nula evolución espiritual,
no encuentra límites aún
para las desmedidas ambiciones.

Está claro, que el amor por el odio
ha anestesiado a las mentes
y a los corazones,
porque el materialismo abyecto
es lo trascendente.

Viviana Laura Castagno Fuentes


                   

lunes, 15 de abril de 2019

EL SECUESTRADOR


Este extraño otoño
llegó tarde, está adormilado,
aun así, secuestró a mis flores
y apagó las luces de mis jardines,
que no son míos, son ajenos, 
pero los disfruto tanto, tanto. 

Son jardines que despiertan
hasta al alma más abstraída
y la sobrecogen con su belleza, 
aunque ahora hasta ella 
se entregó, cedió
sin resistencia alguna 
al tardío otoño que la eclipsa.

Amigo eres terco y persistente, 
no debiste asolar con tu viento 
sobre mis bellos colores, 
los esparciste hacia otros lares, 
y aquí me tienes, ansiando
que regresen otra vez
la primavera o el verano.

Dicen que posees otros dones 
eres un pintor de ocres y dorados, 
un estilista personal y único
pero para mí, eres un ladrón, 
un sutil usurpador
de las magnificencias que amo. 

Viviana Laura Castagno Fuentes 
                        

sábado, 13 de abril de 2019

EL AMIGO


Cuando estés desorientado,
busca un libro, busca al amigo,
de esos que a humedad huelen
y con páginas que amarillean.

Ábrelo, con sumo cuidado,
no olvides —está viejo—
es casi humano y se siente frágil,
recorre sus ajadas páginas 
y busca una frase a tu medida.

A veces, —cuando nos rompemos—
llega un libro viejo, 
llega la analgesia,
para calmar lo que nos abruma
y comienza a suturar heridas.

Ellos son fuente de sabiduría
—una sola frase contiene un universo—
de nosotros depende descubrirla,
bucear entre sus soles y estrellas
y encender la luz que apagada estaba.

Viviana Laura Castagno Fuentes 

REENCUENTROS


Mientras la tarde
cede sutilmente su espacio
—a una noche en ciernes—
una paz indescifrable,
despliega su sutil manto. 

La vorágine, las urgencias,
mutan sus demandas,
entonces —calla la mente—
en una pausa acordada
—para despertar al alma—
que en silencio, aguarda.

¿Qué percibe ella
—me pregunto—
cuando de día está silente,
porque los ruidos la atribulan,
la dejan arrumbada, mustia,
en algún espacio inasible?

El día desbarata la templanza,
siembra confusión, desorden,
—y el alma ama revelarse—
cuando la calma 
se aposenta de nuevo
y de paz la inunda.

Bienvenida seas noche
con tu tenue luz de luna,
—hay tantos corazones ávidos—
esperando que los ilumines
mientras bríos vacuos,
—uno a uno—, menguas.

Cuando la oscuridad llega
otras energías fluyen,
—hay una luz que irradia el alma—
destellos especiales que se animan
a desplegar su don tan único
—cuando la intrépida mente—
 su intervención minimiza.


Viviana Laura Castagno Fuentes


jueves, 11 de abril de 2019

MI DESNUDEZ

 
¿Saben algo?, amo la escritura, 
soy de pocas palabras, 
más bien taciturna. 

Me permito fluir libremente, 
cada vez que mis manos,  
se convierten en instrumento 
y al compás de las letras se deslizan, 
para plasmar lo que dentro 
de mi alma, íntimamente se gesta. 

Comprendan, les estoy hablando, 
cuando estoy garabateando
alguna de mis poesías. 

Estoy desnudándome entera,
sin necesidad de mostrar nada,
porque en realidad, 
a quién desnudo sin cortapisas
es a mi alma genuina y prístina. 

Ella habla, yo solo escribo
lo que me dicta, es mi maestra, 
y soy su alumna, su servidora. 

Escribo por necesidad y amor, 
es una entrega tácita, 
cada letra, cada palabra, 
tiene implícita mi voz
-aunque no hable-. 

Viviana Laura Castagno Fuentes 


                        

domingo, 7 de abril de 2019

VIAJE HACIA LOS RECUERDOS


En algún espacio secreto
se albergan los recuerdos,
esa sutil e íntima biblioteca 
que atesora nuestras vivencias.

Ellos están callados,
pero cuando hablan, 
logran abrir hábilmente, 
puertas que estaban cerradas. 

Traen a nuestro presente, 
experiencias, aun vívidas, 
pero también a las viejas 
que creíamos olvidadas.

Los recuerdos son testimonios, 
se agigantan con los años, 
pueden contener el paraíso, 
o el averno, nosotros lo decidimos. 

Los recuerdos, son personas;
son etapas, es la niñez amorosa,
es el café que hacía mi padre,
es el cuidado, el amor de mi madre, 
son los juegos con mis hermanos. 

Es la biblioteca que guarda historias,
sentimientos, sabores, aromas
y lo más importante
-guarda a las personas-.

Los recuerdos nos sorprenden 
cuando más frágiles estamos,
para que en ellos abrevemos
y más dúctiles y sabios, regresemos.

Viviana Laura Castagno Fuentes

viernes, 5 de abril de 2019

EXTRAVIADOS



Eran almas tan disímiles, tan opuestas,
entre ambos, una pared se erigía día a día.
Si ella elegía la mar, por sus cánticos,
él escogía la montaña, por su aislamiento.

Ella sucumbía ante un libro,
amaba ingresar en sus páginas, 
allí regodearse, por interminables horas,
era su universo, su mundo perfecto.

Él no compartía, la lectura le aburría,
eran el sol y la luna, la noche y el día. 

Ella pintaba estrellas en su cielo, 
esbozaba una luna llena nívea,
él diseñaba sus obras futuristas;
ella continuaba y su luna ya alumbraba,
a él, horas de trabajo minucioso,
a dormir presurosamente, lo invitaban.

Los había unido el amor alguna vez, 
o tal vez se equivocaron
-era una ilusión solo-
porque el amor verdadero, 
no es amarse el uno al otro, 
sino amar juntos, las mismas cosas. 

Y la realidad inevitable habló,
eran dos desconocidos
y separarse para siempre
fue lo único en que coincidieron;
él seguiría haciendo lo que le deleitaba, 
ella, eligió partir hacia sus universos.

Porque, 
entre sus desencuentros mutuos, 
ambos, se perdieron definitivamente,
a sí mismos, en el azaroso viaje de la vida.

Viviana Laura Castagno Fuentes 

NADIE...

 


Nadie logra transitar ileso  
el camino, 
la vida se encarga 
de vapulearnos 
nos lesiona por fuera
y por dentro, 
son los grandes desafíos
a los que estamos expuestos
día a día, segundo a segundo. 

Nos obliga a desempeñar oficios,
que no estaban en nuestros proyectos. 

Un día nos convertimos  
en habilidosas costureras
debemos zurcir los agujeros 
que en lo profundo se generaron;
otras, somos enfermeras improvisadas, 
munidas de lo necesario
logramos suturar heridas infligidas.

De repente, mutamos de habilidad, 
somos techistas, albañiles, 
cuando las borrascas implacables, 
arrasan con lo que habíamos construido. 

Y todo aporta su enseñanza, 
somos tan frágiles, tan vulnerables, 
necesitamos siempre de otras manos, 
que en el viaje vamos encontrando. 

Ser humanos, humanizados, 
es llegar a la profunda comprensión, 
de que no debemos prejuzgar a nadie;
cada quién hace lo que puede, 
no existen recetas para minimizar daños, 
ellos son los pedagogos, nosotros, 
los educandos, que a aprender vinimos.

Viviana Laura Castagno Fuentes 

                            

jueves, 4 de abril de 2019

EL CIELO RESPONDE



Cuando la rutina inevitable
nos abruma y nos anula,
elijo mirar hacia el cielo
y allí encuentro la paz sublime, 
que en la tierra me secuestran. 

Es tan perfecto, tanta paz asila,
aquí abajo la humanidad deambula, 
somos nada, somos rehenes,
de casi todo, estamos frivolizados, 
a mandatos impuestos, sucumbiendo. 

Abajo hay confusión, vacíos,
hay demandas, materialismo,
arriba un sol que resplandece
y nosotros de él dependiendo
porque si apagara su luz
¿Qué solución propondría el hombre?

¿Llamaría a los ingenieros
o a los políticos tal vez
o sería más atinado
convocar a los electricistas?

Abajo no hay consciencia plena
de la supremacía e importancia 
de la naturaleza toda sin excepción,
si el hombre no comprende eso
está viajando por la vida anestesiado
porque a su alma ha olvidado.

Viviana Laura Castagno Fuentes 

martes, 2 de abril de 2019

Y DE REPENTE...



De repente, la vida
nos sorprende gratamente
y nos acerca a seres,
que tal vez, hacia nosotros
hace tiempo venían.

Es lo extraordinario,
son los imponderables
que los caminos ofrecen,
en nosotros está implícita,
la virtud para asir
la magia única que esparcen.

Porque son seres mágicos,
confieso que poseen
un alma que logra conectar
con nuestra alma prístina,
ellas desde las profundidades
estabas predestinadas
para ese reencuentro.

Seres especiales
que pueden leernos,
sí, nos leen, saben captar
nuestra esencia como nadie,
y en un instante
modifican nuestra vida
con su magnanimidad
y la mejoran para siempre.

Viviana Laura Castagno Fuentes

                             

lunes, 1 de abril de 2019

NO ME QUITES

Quítame si deseas,
los perfumes, los colores
hasta puedo, con suma tristeza,
renunciar a observar los pétalos
de las bellísimas glicinas
intentaré disfrutarlas
inhalando el perfume solamente.

Quítame la posibilidad
de caminar con energías,
podré andar más lento, más suave,
no importa, sabré sobrellevarlo,
son detalles, cuando se asumen los años.

Quítame si quieres, a las aves
que cada mañana me despiertan,
hay entre ellas un zorzal,
es tan especial su canto, tan versátil,
lo denomino: mi despertador alado.

Quítame también las enredaderas
que trepan con destreza cada muro
como en actitud contenedora
y los tapizan con suma elegancia.

Quítame la primavera entera, si puedes,
pero no me prives de ver, te suplico,
no me quites el milagro de la mirada
déjame el día, no traigas la noche todavía
porque para las tinieblas no estoy lista.

Ellas mutilarán el mundo de mis letras
si no escribo, no existo y lo sabes,
sin escritura y a tientas mejor
mejor...quítame la vida.

Viviana Laura Castagno Fuentes

viernes, 29 de marzo de 2019

LA INDOLENCIA



Escalofríos siento,
en el alma mía
y no existe abrigo
que pueda resarcirla.

Porque cuando el frío
desde el afuera llega,
no hay calma que apacigüe
la zozobra que genera.

El alma se decepciona
ante la indolencia humana,
no comprende la desigualdad
en un mundo que riquezas ostenta.

¿Cómo es posible
que la pobreza, la indigencia,
con su faz más atroz
y despiadada, no conmueva?

La pobreza, es la expresión
de la indiferencia de todos,
mientras a mí no me alcance:
¿Qué me importa?, les sucede a otros.

La pobreza desnuda,
despierta a la verdad
que con bozal estaba
y deja en evidencia la incapacidad,
la irresponsabilidad, la mentira,
y el fracaso absoluto de la democracia.

Lo incomprensible es que la sociedad,
ha naturalizado las acciones corruptas,
que son la génesis de estas tragedias
y nada cambiará, si no cambiamos.

Solo el honor nos hará humanos,
mientras amparemos a los corruptos,
mientras nos espanten las verdades
y justifiquemos a las mentiras,
la humanidad como tal, estará perdida.

Viviana Laura Castagno Fuentes

miércoles, 27 de marzo de 2019

SU CIELO...



La lluvia eran lágrimas,
de un cielo atribulado, triste, 
que de gris plomizo se vestía 
y sus angustias desahogaba.

Era lo que imaginaba, 
su amoroso candor de niña;
su cielo tan amado,
de tanto en tanto lloraba.

¿Pero qué aflicciones le aquejan,
al depositario de su imaginación, 
si ella cuando despliega sus alas, 
hasta sus nubes de algodón vuela?

Está afligido o tal vez enfadado,
los hombres le han hecho daño,
y él no tiene a su mamá 
para que lo arrulle en el regazo.

Ella lo mira, no hay respuestas,
entonces decide disfrutar,
chapoteando sobre las lágrimas, 
que su cielo triste, una tarde derramó. 

Viviana Laura Castagno Fuentes 

ELLA NACIÓ LIBRE


Intentar poner técnica
o parámetros a la poesía,
es no comprender cómo se gesta,
ella es el símbolo de la emancipación y
en espacios abisales tiene su génesis.

¿Quién se atrevería entonces
a imponer cerrojos o barrotes,
a lo que ha nacido cual aves,
para surcar cielos 
y no fenecer en jaulas?

Las palabras nacen libres
y buscan a quién las libere,
no debemos interferir para evitar
que sus alas se desplieguen
y hacia ignotos universos
su libertad persigan.

La técnica es para la ingeniería,
para la arquitectura y otras yerbas,
la poesía demanda sus potestades
y justamente el tecnicismo
allí no encaja.

Permitamos a las palabras fluir
con la integridad con la que nacen,
el alma las procrea muy dentro,
ellas establecen cuándo ver la luz
y es justamente allí
—donde las técnicas huelgan—
porque cuando habla el alma
enmudecen los planetas todos.

Sólo los corazones ávidos
pueden comprender el mensaje,
la poesía ha sido gestada
para acariciar almas
que intuyen la sensibilidad profunda,
su misión es solazar, cautivando
a quienes de tecnicismos están ajenos.


Viviana Laura Castagno Fuentes

martes, 26 de marzo de 2019

LO QUE APRENDÍ



A mi edad, algo conozco
y ya no tolero más las mentiras,
ni las evasivas, menos la malicia.

Ya estoy de vuelta,
estoy regresando 
por otra avenida, 
al lugar donde todos iremos,
—el destino que nos iguala— 
y debería humanizarnos con creces.

Pero para dilapidar momentos 
en situaciones idénticas,
en diálogos estériles
o en palabras abreviadas
que nada expresan,
allí no me encontrarán nunca.

La madurez trae contundencia,
el viaje de ida es finito
y se nos acota día a día,
por lo tanto
—reincidir en estolideces—
es no haber aprendido nada 
de nuestra mejor docente: "la vida".

Viviana Laura Castagno Fuentes
                

EDIFICACIÓN



Cuando dentro de nosotros,
algo nos desconcierta y nos agobia, 
se siente un desasosiego, 
donde no hay piso, ni techo. 

Buscamos el comienzo del daño, 
es como hallar en una madeja,
ese hilo conductor que avisa,
aquí puedes comenzar tu ovillo.

Es como intentar suturar,
desde el afuera, una herida,
que se engendró muy dentro, 
sin saber dónde comienza, 
y menos en qué lugar termina.

Solo percibimos la incertidumbre,
se fusionaron, el cuerpo, la mente
el alma, en un amasijo informe,
y no existen respuestas válidas. 

Será que es la vida gritando, 
cuando los hastíos la abruman,
son tiempos de largos silencios,
porque las edificaciones lo exigen.

Deben ingresar nuevos aires,
que traerán la renovación necesaria
para lograr cauterizar nuevas
y vetustas heridas infligidas.

Viviana Laura Castagno Fuentes
                      

lunes, 25 de marzo de 2019

HISTORIAS NUESTRAS



Cada uno de nosotros,
posee una historia
sobre amores, desamores,
ilusiones mutiladas,
sueños rotos,
proyectos inalcanzables
pero también los plasmados.

Cada uno de nosotros,
sintió la felicidad de a ratos,
-esa esquiva con intermitencias-
que posee la sutil habilidad
para alejarse cuando nos acercamos.

Cada uno de nosotros,
creyó que la vejez
era un tema de los otros
y si no era nuestro entonces
¿para qué preocuparse?

Éramos niños mirando el presente
-porque nuestro pasado era exiguo-
y el futuro nos esperaba
algún día, en algún lugar
con nuestra adultez consolidada
o tal vez aun dubitativa.

Cada uno de nosotros, atesora,
lo que pudo enhebrar en el alma,
algunas son preciosas etapas,
otras tienen momentos ominosos,
pero son la mixtura eterna
que la vida nos impondrá
a todos, sin excepción alguna,
mientras continuemos el viaje.

Cada uno de nosotros,
un misterio perpetuo,
una amalgama imperfecta,
un cielo límpido e inconmensurable.

Viviana Laura Castagno Fuentes
                           

sábado, 23 de marzo de 2019

HAY DÍAS, HAY MOMENTOS...



Hay días, hay momentos
en que debemos olvidar al mundo,
dedicarnos a nuestra vida
y elegir con quién disfrutarla.
A veces, ingresan conflictos
del afuera que nos abruman,
y tenemos que dar prioridad
a nuestra paz mental primero.
Y no es egoísmo, 
sino cuestión de prioridades 
es poner en su justa perspectiva todo
pues conocemos nuestras limitaciones.
Son los espacios necesarios
para convocar a la paz deseada
la que nos ayuda a calmar las aguas
y a un mar bravío mutar en laguna.
Son días especiales que nos demanda 
el alma, porque ella se edifica
en las delicias de la soledad absoluta, 
no cuando el bullicio ajeno se interpone. 

Viviana Laura Castagno Fuentes