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domingo, 24 de noviembre de 2019

Y RENACEMOS AL FIN

 

A veces, para evitar al dolor,
presumimos que nada ha sucedido
que todo está igual, como antes,
pero con la negación, lo agigantamos.

Está, como algo incólume y sempiterno,
no hay distracciones válidas, no hay viajes,
podremos dar vueltas mil veces a la tierra,
y nos seguirá, porque viaja con nosotros.

Nos queda una sola opción, aceptarlo,
cuando entendemos su mensaje, 
comienza a menguar la odiosa sensación,
de que los caminos estaban obstaculizados.

Sí, hay alternativa, quitando los óbices,
abriendo nuevos senderos, renaciendo en ellos,
se tornan infinitos los cielos, se aclaran,
el dolor se autoexilió, ganamos esta partida.

Los jardines reverberan ahora,
hasta ayer nomás, todo era mustio,
hoy vergeles magníficos medran,
era el impiadoso dolor
el que apagaba todas sus luces.

Viviana Laura Castagno Fuentes

viernes, 22 de noviembre de 2019

SUS NOSTALGIAS



-Nostalgias- dijo, y sacudió mi entendimiento,
aceleró mi ritmo cardíaco, porque algo dentro de mí,
percibió el impacto inmenso de ese sustantivo,
llegó sin escala alguna hasta el interior más profundo,
donde el alma posee un alojamiento secreto
para hospedar a los sentimientos que nos conmocionan.

¿Por qué me sentí tan identificada con sus nostalgias?;
eran ajenas, le pertenecían a ella, a quién escribió la poesía,
pero produjo una contundente empatía, fue instantánea,
y en las letras de su publicación, estaba también yo,
con mis nostalgias revolucionadas y mi mente en estado de alerta.

¿Qué son los estados nostalgiosos, barcas que navegan sobre aguas que no existen?

¿Son pensamientos haciendo un viaje hacia el pasado,
aun cuando nuestra alma está atenta y disfrutando el presente?

¿O son ambos, mente y alma en complicidad absoluta,
casi abduciéndonos, hacia sitios recónditos y pretéritos?

-Nostalgias- dijo, y confieso que a sus palabras las hice mías,
logró transmitir con bellísima contundencia un amasijo
y entre nostalgias, tristezas, sabores amargos y dulces,
quedé atrapada, sin lograr definir aun y en confusión estoy viviendo.

¿Qué es la nostalgia, será que los recuerdos nos invaden 
y desearíamos revivir momentos donde la felicidad tuvo su anclaje?

-Nostalgias- dijo, y heme aquí intentando balbucear una respuesta que está 
tardando demasiado en llegar o que tal vez no llegará nunca.

Viviana Laura Castagno Fuentes 

jueves, 21 de noviembre de 2019

LOS MIEDOS



Cada amanecer, cuando despierto, imagino que estaré liberada,
pero no despierto sola, no, junto a mí despiertan mis miedos.

Han nacido conmigo creo, fueron hábiles para inmiscuirse,
me dejaron disfrutar una niñez muy plena, fueron astutos,
simularon estar dormidos, para garantizar el disfrute.

Pero en la adolescencia, irrumpieron sin piedad alguna,
se desperezaron conmocionando la paz que habitaba dentro
y con un zarpazo que se sintió en el alma, la paralizaron.

Los miedos, esos intrusos a la fiesta de la vida
sin invitación llegaron, mutando a yermo lo fértil,
durante décadas me intimidaron y ganaron todas las batallas.

¿Qué más desean de mí, si todo se han llevado?

Porque cuando ellos nos amueblan -son huéspedes inesperados-
no quedan intersticios que no demuelan, con todo arrasan.
Son devastadores, se parecen a los desastres naturales,
son huracanes, sismos, inundaciones, feroces tornados,
con una capacidad destructiva inconmensurable.

La diferencia radica, en que los daños naturales, son externos, 
los podemos observar e intervenir en las reconstrucciones,
pero lo que dañan los miedos -es invisible a los ojos- petrifican al alma
y con ella, por temores acuciada, la vida se paraliza y mueren los sueños.

Cada amanecer, conmigo, despiertan los miedos de nuevo,
es una lucha desigual, porque han tomado por asalto cada célula mía,
mi mente intenta lidiar con ellos, los elude, los desaloja,
hasta las maletas están preparadas para enviarlos muy lejos,
porque solamente con ellos afuera y sin posibilidad de retorno alguno,
habré ganado una cruenta guerra, que se empecinó en asesinar mis proyectos todos.

Algún día amanecerá, abriré mis ojos, sentiré liviano al cuerpo y serena al alma,
habrá espacio para el amor, porque sus inhibidores, los invisibles miedos,
yacerán fuera, porque esta vez, los exilié para que nunca más regresen
a desbaratar los sueños, que acaban de resucitar, luego de una muerte muy larga.

Viviana Laura Castagno Fuentes

martes, 19 de noviembre de 2019

NO ...NO HAS PARTIDO

 

Las fotos, esos recuerdos
en imágenes perpetuados,
las de antes, las que hasta aroma tenían,
han sido y serán un gran dolor irresuelto.

Me he preguntado 
una y mil veces
¿Por qué?

Y tardaron las respuestas en llegar,
se han tomado su permiso,
-es porque necesito estar fortalecida-
no puedo mirarlas desarmada.

Y eres tú la razón, solo tú,
no existe nada más, no hay intrigas,
hace décadas te has adelantado,
pero dentro de mí, 
una puerta te espera.

 Cada vez que viajabas
-aguardaba con ansias tu regreso-
sabía que una caja con bombones 
habías comprado especialmente
porque eran mi deleite
y los aguardaba ilusionada.

Por eso, mirar tus fotos,
me necesitan erguida, entera,
y aunque parezca mentira,
aún abro la puerta 
para verte ingresar,
para mí estás aquí, 
no partiste nunca papá.

Viviana Laura Castagno Fuentes

DÉJALA SER ...


Verano, ten calma,
no apresures tus pasos,
ven lento mejor,
pues a mis flores dañas.

Paciencia, es la primavera,
la dueña de mis jardines ahora,
los ha embellecido tanto,
que si los observas, parece un cuadro.

Comprendo tu ansiedad, 
pero deja ser a las reinas,
ellas medran sin apuro alguno,
bajo un cielo diáfano que las cobija.

Pero si te adelantas,
a sus corolas herirás de muerte,
las avejentarás con premura,
y habrá sollozos de angustia.

Verano, tendrás tu época,
y traerás a tus flores predilectas,
pero mientras la primavera reine,
déjala ser, deja ser a su belleza,
por favor, no la secuestres.

Viviana Laura Castagno Fuentes

AMIGOS Y ESCRITORES



¡Estúpido! -dijo él-, todos tenemos miedos,
en este puto mundo en que vivimos,
estamos asediados por ellos, nos han cercado,
por eso escribimos, para sublimar, para mejorarlo,
porque creemos que podemos trascenderlos.

El amigo quedó atónito, desconcertado,
no era natural su vocabulario, le era ajeno,
era muy puntilloso, poseía una verba rica
utilizaba las palabras con gran cuidado,
si hasta parecía un cirujano de las letras.

-Calma amigo -le dijo, no te exasperes,
solo pregunté si tenías miedos, nada más,
porque yo los tengo, a veces logro el control
pero otras siento que en ellos me asfixio,
que en sus procelosas aguas
un náufrago me vuelvo.

-Disculpa -respondió él, 
consciente del exabrupto.

Pero, había que leer entre líneas lo expresado,
no hubo agresión alguna, la amistad era genuina
sucede que se había entrometido la muerte entre ambos,
seis décadas vividas, eran argumento válido para presentirla,
ya no estaba lejos como antes, no era inasible, si hasta la veían casi
y desde allí partieron los miedos para sacudir lo rutinario.

Una vez que retornó la calma, apuraron sus pasos y en silencio prosiguieron con su habitual paseo hasta el lugar que hacía años frecuentaban.

La mesa del viejo café los esperaba, estaba reservada para ambos;
porque  desde hacía décadas, la fuente inspiradora,
anclaba allí a sus musas vistiendo disfraces varios
y ellos sabían que las letras exiliadas volverían.

Porque había versos aguardándolas, para mejorar a una sociedad 
tan prosaica, tan mediocre y con un futuro aciago en ciernes,
ellos intentarían con sus poesías, con sus prosas instalar a la belleza
en un mundo indolente que la había secuestrado.


Viviana Laura Castagno Fuentes

sábado, 16 de noviembre de 2019

CONFIESO: HE PERDIDO



A veces, siento muy dentro de mí,
como si el clima conspirara, porque hoy
una pertinaz lluvia, con cielo ominoso,
tus recuerdos despertaron y estás viva aún,
mentira, nunca te has marchado, sigues en mí.

Conspira el clima, ayudado por cada flor,
cada árbol, por las nubes grises, por el viento,
porque todos ellos traen consigo a tu presencia,
que aun ausente, está, mentira, nunca te has ido,
y lo comunica muy bien, 
hasta en cada gota que se desintegra.

Mentira, creí que el olvido había ganado fácilmente,
pero reconozco que es una batalla perdida...
¿O la guerra tal vez?
Han salido victoriosos los sentimientos de nuevo,
mientras intentaba ahogarlos en el arcón de la memoria,
pero ellos encontraron la llave maestra y te liberaron.

Conspira, debo admitirlo, la natura toda,
 nuestra avecilla está interpretando su sinfonía,
la que tanto disfrutabas, mientras el cielo observábamos.
Perdí, la guerra entera, no pude contra tus recuerdos,
bastó una pertinaz lluvia, para que despertaras de nuevo.

Viviana Laura Castagno Fuentes 

viernes, 15 de noviembre de 2019

ALMA DE LEÑA



Soy un viejo sauce,
antes, mi cuerpo fuerte,
hoy, mi cuerpo débil,
pero aún resistiendo embates.

Atesoro en mis entrañas,
tantas añoranzas, tantas,
he mojado mi larga cabellera
en las aguas mansas de un río
que aún mi vida sostiene.

Los niños retozaban 
sobre mi torcido tronco,
yo les prestaba mis ramas,
y solicitaba al viento, mi cómplice,
que hasta las aguas
los acompañara.

He sido un árbol con bríos,
-cuando joven-
hoy tengo a mis fuerzas tercas,
son débiles mis ramas ahora,
pero seguiré siendo sombra amorosa,
porque es mi esencia,
es lo que desea mi alma de leña.

Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 14 de noviembre de 2019

VIAJANDO HACIA ELLA



Y vuelven, no deseo a veces,
pero regresan sigilosamente
y desde esa sutil biblioteca 
que el alma ha edificado,
los recuerdos, tímidamente me han llamado.

Recuerdos...
¿Qué son realmente?

¿Serán como un desván, pero no de cosas superfluas,
sino de vivencias pasadas, que nos han modificado
para mejorarnos, para que evolucionemos sin anquilosarnos?

Porque cuando hacia mí vienen, traen a mi infancia entera,
impoluta ella, genuina, inocente y de amores rebosando,
no vienen con rencores, ni resentimientos.

 Ellos vienen munidos de un jardín entero, deslumbrante,
donde hay esplendores tantos y fragancias de glicinas, jazmines, azahares,
con árboles frutales y un vergel magnífico medrando.

¿Pero, por qué me llaman los recuerdos si la vida cotidiana,
con sus complejidades me absorbe y hasta me dispersa a veces?

¿Será por eso justamente, desean que regrese a ellos para regodearme
en esa etapa de la vida donde la felicidad era la dueña absoluta
 y una apoltronada propietaria?

Porque el presente yace incierto, hay nubarrones ominosos,
que en inseguridades y desconciertos me extraviaron
y los recuerdos son sabios -activan una alarma muy dentro-
para que la niñez con su autenticidad y riquezas
me rescate por un rato y se produzca la magia del resarcimiento.

Viviana Laura Castagno Fuentes

miércoles, 13 de noviembre de 2019

SOY ALMA



Estoy, aunque no me veas,
aunque se esfumen las luces
cuando los ocasos irrumpen
con sus actos magistrales
y otros brillos instalan.

Estoy, no dudes un instante,
aunque el mar se duerma
cuando a las playas desnuda
porque retira sus aguas
para regresar después,
con sus mareas.

Estoy, comprendo tus dudas,
pero búscame siempre
porque me hallarás,
allí donde la natura se manifieste,
cada vez que un avecilla cante
o donde los abetos se mecen.

Estoy, nunca me he ido,
donde haya un pétalo sediento
habrá una gota de rocío saciándolo
y ahí me sentirás
es cuestión de almas.

Búscame donde la bondad anida,
porque donde la malicia... 
nunca me hallarás.

Estoy, no me he ido,
el alma nunca se va.

Viviana Laura Castagno Fuentes

martes, 12 de noviembre de 2019

¿QUÉ HARÍAMOS?



Y si un día no muy lejano, aquí nomás,
podría ser mañana mismo -no atisbáramos luz alguna-
porque ese sol, que descontábamos por soberbia
desplegaría como cada día su espectáculo inigualable durante el alba
-no despertase- y aposentara una larga noche perpetuada.

La realidad nos abatiría, porque la oscuridad estaría eclipsando todo.

¿Qué haríamos?, me pregunto una y mil veces.
¿Qué haríamos?

Porque es una posibilidad en ciernes, día a día hay indicios,
el día no tiene veinticuatro horas, saben a doce o a once ahora,
y se ha minimizado la duración de los tiempos.

El hombre se ha ensañado contra la naturaleza,
ha diezmado todo a su paso, por voracidades ilimitadas
y no consideró las consecuencias, ni las claras advertencias,
un ambicioso proyecto inmobiliario, una represa, dinero fácil,
eran prioridades indiscutibles.

¿Por qué sería la naturaleza?

Y el día tan anunciado, los gritos de la natura ignorados,
eran una mera excusa nada más, habría sol para siempre,
para la capacidad de entendimiento de la estolidez humana.

Pero la noche no cedió paso a la luz, ahora todo es confusión,
reina el caos, miedos que desnudan aparentes calmas,
se caen las máscaras todas y nadie es lo que aparentaba,
de nuevo su majestad la natura, arrebatando la luz toda
-marcó a fuego y con contundencia- dónde está la verdadera importancia.

¿Está en ella, en el universo o en las cajas de seguridad bancarias?

Viviana Laura Castagno Fuentes

domingo, 10 de noviembre de 2019

DEPENDIENDO DE ELLAS

   

Pocos te ven y hasta de ti huyen
cuando tu cuerpito acercas
o espantan tu sutil presencia
cuando sobre las lavandas danzas.

Pocos han tomado consciencia
de la importancia que tienes,
sería inviable la vida toda
si tú y tus congéneres desaparecieran.

Criatura única, incides sobre nosotros,
miles de flores libas por día,
para ofrendar tan exquisito producto,
mientras garantizas la propagación
de las especies vegetales, 
sin excepción alguna.

Si serás importante, 
sin ti no habría comida,
y la raza humana,
 junto a todas las especies,
tendríamos una fecha 
de caducidad irreversible.

¡Si hasta tu día mundial has merecido!

¡Y vaya si eres importante!

 Pero los humanos,
tan indolentes, tan soberbios
 y tan ignaros,
ostentan sus vacuas conquistas materiales,
mientras la vida en la tierra depende 
¡De que tú existas abejita laboriosa!

Viviana Laura Castagno Fuentes

miércoles, 6 de noviembre de 2019

LA NATURA, NUMEN PERFECTO

  

La poesía es depositaria,
casi por excelencia diría,
de palabras que atesoran 
en su seno, a la naturaleza toda.

Cuántas rosas entregadas,
al amor cuando es brasa ardiente,
cuántas lunas elegidas como testigo,
en noches de pleno romanticismo.

Cuántos no me olvides expresados,
y otras nomeolvides ofrendadas;
cuántas higueras, cipreses, olmos viejos
eternizados en bellísimos versos.

Cuántas oscuras golondrinas,
gaviotas, águilas frías, jilgueros cual dioses,
y setenta balcones sin ninguna flor,
son exquisitos referentes poéticos.

Muchas gracias a la natura,
con su  magnanimidad perenne,
embriaga a las letras con beldad única,
es una fuente inagotable para los poetas.

Viviana Laura Castagno Fuentes 

lunes, 4 de noviembre de 2019

UNO MÁS, UNA ESTADÍSTICA...

    
                
Era tan meticuloso, tan púdico,
seguía un orden, una disciplina,
que tal vez, cierta previsibilidad 
a su rutina le aseguraban.

Pero esa aparente certidumbre,
tendría una fecha de caducidad anunciada,
que no supo avizorar, aunque indicios hubo,
y una tarde de sol primaveral,
se tornó intempestivamente en noche aciaga,
y a él la vida, le cayó encima.

Pasado, presente y futuro, eran un amasijo informe.

Fueron años, desde la madrugada hasta el atardecer,
su ámbito de trabajo, fue su casa, su segundo hogar,
no supo sobre vacaciones, ni disfrutes, 
había prioridades antes, crisis económicas reiteradas,
el dinero no alcanzaba para una vida holgada,
y  las necesidades, se iban minimizando.

Esa tarde, cuando se desplomó el cielo,
veintitrés años de trabajo ininterrumpidos,
se esfumaron, se paralizó el universo,
un impersonal comunicado rezaba:
"A partir de hoy, usted ya no pertenece a esta empresa"

Y pasó a ser un desocupado, entre los miles que hay.

Tarde con sol primaveral, brisa suave, clima amable,
devenida en noche abrupta, cuando sus sueños, sus proyectos,
por cuestiones de reducción de personal, fenecieron.

Viviana Laura Castagno Fuentes


jueves, 31 de octubre de 2019

MADRE DE MI MADRE


  
-La tristeza del después-, me dijo
y ciertamente me dejó sin habla.
¿Porque, hubo otras tristezas antes
y la de ahora está estrenando entonces?

La tristeza del después
y mi mente sigue hilvanando
con hilos de fina deducción
y con una aguja de comprensión
intenta dar puntadas sin nudos
a lo que parece ser un grito de auxilio.

Porque, no es fácil la interpretación,
o tal vez, sí lo es, solo hay que mirar 
dentro, para escudriñar donde habita 
la tristeza del después.

Pero, ¿después de qué?

¿Será una tristeza aposentada 
en otra etapa de su vida
y su presente la sorprende 
con su mente aun lúcida, aun joven,
pero lidiando con limitaciones físicas?

-La tristeza del después-, me dijo.

Y heme aquí, entretejiendo la trama,
como si escribir me convirtiese
en una asistente de emergencias 
para almas con tristezas recién estrenadas
y también, con tristezas anquilosadas.

La tristeza del después.
¿Después de qué?

¿Será que los desasosiegos la habitaron 
creyó que algún día se marcharían
pero hasta su vejez invadieron
y a su vida toda eclipsaron?

Entonces, ¿es la tristeza, después de la tristeza?

Y continúo pensando, ella mira, hacia la nada misma.

Duele, acompañar a una madre en sus tramos finales,
cuando nada puedo hacer, excepto acompañarla.


Viviana Laura Castagno Fuentes

miércoles, 30 de octubre de 2019

ELIMINANDO...



Si pudiese eliminar los miedos,
seleccionando uno a uno 
con el puntero del mouse
y a la papelera de reciclaje
enviarlos, para vaciarla luego
juro que lo haría, 
sin hesitar un segundo.

Si pudiese eliminar uno a uno,
a esos impiadosos, vetustos y empecinados,
que a soterrar mi vida llegaron, eclipsando sueños;
instalaría el más potente de los antivirus,
para que los aniquile y destruya para siempre,
sin compasión ni remordimientos.

¡Qué simple sería!

Utilizar la tecnología,
para bloquear lo que nos bloquea,
extirpar de cuajo dolores, desazones,
con la sencillez de una aplicación solamente
y con solo activar "eliminar definitivamente" 
la paz logremos reinstalar y a los miedos, las angustias,
podamos enviarlos a un archivo que los destruya 
para siempre sin posibilidad alguna de recuperación.

Viviana Laura Castagno Fuentes 

EN SU UNIVERSO

         

Es un niño con universo propio,
tiene a su luna y a sus estrellas,
es diferente, ni mejor, ni peor,
es único y es genuino, porque es suyo.

Mientras regamos las flores
que en una maceta han despertado
o en un espléndido jardín se desperezan;
él riega las suyas, las que están en la pared,
esas que trepan en el empapelado 
de su amoroso dormitorio.

Cuando el sol alumbra con estridencia,
e invita a solazarse en el patio o la vereda,
elige jugar a solas con un aro que gira,
mientras observa sin decir nada.

Está feliz en su mundo,
es dueño absoluto de todo,
hasta del tiempo, posee un reloj
con las agujas detenidas,
porque no hay que exigirle nada,
a un niño que es amo, 
de un universo a su medida.

Viviana Laura Castagno Fuentes

domingo, 27 de octubre de 2019

¿CÓMO AMIGA?

               

Si la natura no exhibiese 
su magnanimidad cada día,
si no se ofrendara con creces
con sus espectacularidades
¿Cómo podría recordarte?

Si la oscuridad de la noche 
cómodamente instalada
no cediese su espacio a las luces 
de un alba magnificente en ciernes.

Si las glicinas fragantes, racimos artísticos,
que aparentan ser vides en flores devenidas,
no treparan a una pérgola que las aguarda
para desde allí derramarse con donaire.

Porque convengamos, no logro concentrarme,
cuando atizan el bullicio vacuo, las frivolidades
o la dinámica que imprime la ciudad con sus bríos
allí me extravío amiga, me ahogo en un mar sin aguas,
y percibo que naufrago entre tantas futilidades.

Solo la naturaleza con sus dones,
es mi remanso en las turbulencias de la vida,
es el anclaje seguro para mis desazones,
es definitivamente la garante que perpetúa 
y reverdece tu recuerdo día a día.

Sino: ¿Cómo podría recordarte?


Viviana Laura Castagno Fuentes

sábado, 26 de octubre de 2019

VULNERABILIDAD



Me pregunto a diario...

¿Hacia qué lares viaja la inspiración,
cuando abruptamente abandonarme elige
y en desnudeces eternas me arropa?

¿Irá hacia las corolas fragantes,
tan espléndidas, tan bellas 
de las flores, amas del jardín
o tal vez hará compañía
a un sauce llorón y viejo?

Quién pudiese saberlo, ¿no?

Tal vez esté adormilada en una nube,
porque allí se siente cómoda, libre,
y dentro de mí, estaba encarcelada.

¿Y si está navegando en un río,
sobre un bote sin remos a la deriva
mientras las aguas mansas fluyen 
y el cielo en ellas se está mirando?

O se habrá acurrucado entre las alas
de las tantas aves que los árboles acunan
y deseará emprender con ellas su vuelo,
mientras viaja despierta o dormida.

Deberé ser más cauta, más permisiva,
no detendré sus ansias de libertad,
la inspiración es un obsequio, un don,
no me pertenece, porque su casa natural
no está en mí, sino,
en lo inconmensurable del universo.

Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 24 de octubre de 2019

SOBRE LÁGRIMAS ...

 

Las lágrimas, nos desnudan,
nos exhiben humanos,
humedecen nuestra piel
justo cuando se resquebraja.

No crean, llorar no nos debilita,
—nos infunde de una fortaleza—
hasta entonces desconocida
porque aun desnudos, nos atavía.

Las lágrimas son el cauce
que ha descubierto el alma,
cuando sus desazones insoportables
por ríos lacrimógenos se escurren.

Quién sabe liberarlas sin prejuicios,
es quién desata nudos gordianos
y los ríos de lágrimas emancipadas
fluyen hacia su destino inevitable
para que en mares se conviertan.

Viviana Laura Castagno Fuentes