Ser —genuina y veraz—
ha sido mi derrotero
puedo ser un roble a veces
o derrumbarme, no importa.
Ser un río impetuoso
dibujando a sus playas
serpenteando entre rocas
mientras las cincela.
O mutar a estanque quedo
cuando la paz me amuebla
y los ímpetus externos
se aquietan y consolidan.
Tengo huecos dentro
camino en puntillas
como circundándolos
para no caer en ellos.
Pero también descubrí
que a través de ellos
—una luz radiante se cuela—
y lo sombrío desaparece.
Aprendí que extrañar
—es un sentimiento nuevo—
jamás lo sentí, me equivoqué
y lo estoy inaugurando ahora.
Por eso, nada me exijo —nada—
no hago planes, ni proyectos
no soy arquitecta ni ingeniera,
a mí me inundan —los sueños—.
Viviana Laura Castagno Fuentes


















