Hay momentos que invitan
—al silencio como respuesta—
porque cuando el dolor atiza
él obra como el mejor aliado.
El alma elude a los locuaces
—la atosigan innecesariamente—
ella es ama de sus tiempos
—al silencio como respuesta—
porque cuando el dolor atiza
él obra como el mejor aliado.
El alma elude a los locuaces
—la atosigan innecesariamente—
ella es ama de sus tiempos
que son sabios y diferentes.
Existen tantas aflicciones
y cada quién es único,
—no hay una receta magistral—
ni una pócima
con propiedades mágicas.
Dejemos fluir a los dolores
buscarán las hendijas exactas
—por donde realizar su éxodo—
porque siempre, siempre
las intervenciones ajenas, huelgan.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Viviana Laura Castagno Fuentes

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