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jueves, 11 de febrero de 2016

QUIERO

Quiero un amor loco
en mi mundo cuerdo,
que derribe el techo
y deje entrar al cielo.

Quiero que navegue
mis ríos eternos,
buscando tesoros
que guardo muy dentro.

Quiero a su osadía
desafiar mis miedos,
detener las horas
perpetuar el tiempo.

Quiero su ternura
junto a mi universo
despertando magia
encendiendo sueños.

Quiero un amor de esos
que derrumban puertas
cuando a las ventanas...
cerradas las encuentran.


Viviana Laura Castagno Fuentes

lunes, 1 de febrero de 2016

ROMANCE NATURAL

¿Me parece o hay romance aquí?

estás sola, a nadie engañas,

adelante amiga mía
 
que la vida es muy breve.


Compartimos el mismo gusto,

son muy bellas las flores,

y miran todas al cielo donde estás,

preñada de fulgor como cada noche.


¿Cómo será el proceso de seducción luna?


Imagino que intentarás coquetear

con tu luz brillante

y encandilarlas tal vez,

sería un gran comienzo, te confieso.


Ellas están extasiadas,

giran sutilmente

y te observan

con extrema admiración,

siguen tu desplazamiento

aunque es delicado

e imperceptible te diré.


¿Qué harás ahora?


Porque ellas no se moverán,

tendrás que ser muy hábil

para lograr tu intento por seducir

a las damas ataviadas,

con color ilusión.


¿Te sugiero algo luna bella?:

míralas de frente,

enciende tu blanca luz

y ellas sentirán

que las acaricias,

son perceptivas

y gratamente reaccionarán.


Estuve observando todo,

tu amorosa mirada las conmovió

sin que lo advirtieran,

toqué los pétalos de una

y había gotas de rocío

cual lágrimas de emoción.


¡Felicitaciones!

el magnetismo funcionó,

dormirán todas

muy plenas esta noche,

bajo la calidez

de tu mirada atenta

y la protección

de cientos de árboles frondosos,

que fueron testigos mudos del romance

entre las flores silvestres más hermosas

y una luna osada, que sucumbió de amor. 


Viviana Laura Castagno Fuentes

MI OBSEQUIO

Querida luna, estamos de nuevo juntas,
hemos despedido al sol,
estará muy lejos encendiendo despertares
y suspendiendo sueños.

Es nuestro turno ahora,
total, estamos solas,
no hay nadie que nos interrumpa.

Luna bella, hoy fui osada,
y pedí permiso a dos esbeltos troncos
para obsequiarte un columpio.

¿Lo has visto, o aún estás adormilada?

Es hermoso, podrás jugar conmigo un rato,
si lo deseas claro.
Intenté hacer uno tan parecido
al que mi Padre armó para mí hace muchos,
muchos años, confieso que es idéntico.

Ven luna, acerca tu faz, esa,
la que más fulgura,
e intentemos mecernos juntas.
Se siente bien, ¿no te asusta?

Toma las cuerdas,
y daré un pequeño envión,
será muy suave te prometo,
no deseo que te atribules.

Se siente el viento en las mejillas,
¿es así amiga?, amaba jugar en el columpio,
imaginaba que podía robarle
una estrella a tu cielo, 
pero jamás pude hacerlo.

Te ha gustado, tu cara lo dice todo,
brilla como nunca, luces emocionada,
hasta estás encegueciéndome
te confieso.

Tranquila, lo he detenido,
ahora baja despacio,
tal vez sientas un pequeño mareo,
pero no es nada luna, superarás enseguida.

¿Puedo ayudarte amiga mía?
Debes seguir alumbrando,
sube despacio a tu cielo
porque está ansioso, esperando.

Porque una mujer niña te arrebató un momentito,
para que juegues con ella sus viejos y añorados juegos.
¡Muchísimas gracias amiga luna,
sol de mis noches, a veces tan eternas y vacías!


Viviana Laura Castagno Fuentes





LIBERACIÓN



¿Qué miras, hacia dónde viaja tu alma?

¿En qué navío la embarcaste ahora
sabiendo que ella necesitaba
huir de la prisión absurda
que le habías construido?

Es un gesto de magnanimidad 
el que has tenido,
supiste interpretar sus ansias
porque conocer otros mundos 
era su nuevo derrotero.

Tendrás que lidiar con la ausencia
y no será tarea fácil, 
pero si la emancipación
en destino se convierte,
retornarán muchas otras almas 
para resarcirte.


Viviana Laura Castagno Fuentes

sábado, 30 de enero de 2016

SU MAJESTAD: LA NATURA

La naturaleza no prostituida,
es una comunión de espectáculos,
sin ensayo, libreto ni guiones,
se brinda con creces y sin atajos.

Un amanecer, un ocaso 
o la aurora boreal
son obras de arte magníficas,
sin óleos, pinceles o lienzos,
sin bosquejos previos, ni caballetes.

La natura es un todo en sí misma.

Es la pintura, la música, la literatura;
es una obra teatral con actores dúctiles,
es la película perfecta candidata al Oscar.

Su magnificencia carece de límites,
embelesa tanta versatilidad y belleza,
seduce con sus atavíos de lujo
para despabilar a tantas almas
que todavía viajan dispersas.

Viviana Laura Castagno Fuentes

SORPRENDIDA

Ella estaba radiante,
no había vestido a su cuerpo
había engalanado a su alma
y se notaba, era una niña
de nuevo, sorprendida.

Sus ojos iluminaban la noche
destellaban como estrellas,
el amor era el más bello atavío, 
su elección más atinada.

Y creyó que jamás llegaría,
era un tema de los otros, 
le era esquivo, casi ajeno,
pero bastó solo un instante 
para que mutara su vida
cuando sucumbió un día
ante lo inesperado.

Viviana Laura Castagno Fuentes

TIEMPOS

Tiempos de niña candorosa,
con un alma prístina y pura,
no reconoce la maldad ladina
ni la mentira de verdades ataviada.

Tiempos de autenticidad innata,
transparente y genuina
diferente y parecida a veces
frágil y plañidera otras tantas.

Tiempos de juegos compartidos,
con hermanos, amigos, compañeros
con sabor a caramelos de menta
con aroma a azahares y glicinas.

Tiempos tan plenos y lejanos
esculpieron a la mujer del presente,
atesorando para siempre a la niña
que sobre mezquindades, no sabe.


Viviana Laura Castagno Fuentes



MI CONFIDENTE

Abrir un viejo libro, es bucear en los mares,
escalar escarpadas y sinuosas montañas,
desandar caminos; senderos y verdes valles
descender sin redes por fiordos imponentes.

Abrir un viejo libro es un acto de confianza,
es creer que en sus páginas ya exploradas
hallaremos la frase o la palabra escondida
que tal vez nos revelen la verdad anhelada.

Abrir un viejo libro es un gran viaje de ida,
es surcar cielos infinitos, desplegar las alas
nadar un océano de procelosas aguas,
sumergir la mente, bañarla en palabras.

Abrir un viejo libro, es visitar al amigo,
al confidente, recostar el cuerpo con calma
sabiendo que garantiza la confianza
porque jamás un libro defraudaría al alma.


Viviana Laura Castagno Fuentes

SUEÑOS ROTOS

Ella había imaginado
una vida color de rosa.
Supo construir delicadamente
un castillo amoroso,
rodeado por mares de 
jacintos y prímulas,
bajo un cielo diáfano
como sus sueños.

Allí, viviría con su amor,
una gran historia de amor
asida a proyectos tantos
que miraban hacia un futuro
sin límites impuestos.

Estaba plena y feliz,
como una niña
con su casa de muñecas.

Pero, no supo o no quiso ver
lo que la realidad le decía,
su sueño jamás despertaría,
seguiría adormilado.

Porque, sin darse cuenta siquiera,
ella edificó enormes
y valiosas expectativas,
modeladas sobre cimientos
de arenas inestables y blandas.

Y sobrevino la decepción nomás,
el derrumbe anunciado
y jamás interpretado,
dijo -aquí estoy-.

Tenía un castillo construido,
pero no atisbó que su amor
ya no deseaba 
compartir los mismos sueños, 
tenía otros, diferentes y ajenos.

Sí, comprendo tu dolor,
se derrumbó tu cielo diáfano 
sobre tu amoroso castillo
rodeado por mares de jacintos y prímulas,
que daría cobijo a una gran historia
que feneció por obcecación y ceguera.

Viviana Laura Castagno Fuentes


AVES DESOLADAS

Y llegó el día tan temido por ellas,
las azules aguas del caudaloso río
invadieron cual ejército armado
las bellas y verdes praderas en estío.

Ellas, las aves, las dueñas del cielo,
sintieron que ese suelo que las cobijaba,
el amparo para los pies de sus árboles
portadores de nidos, ya no estaba.

¿Cómo explicar a una dúctil ave,
que una lluvia pertinaz derramó un río?

¿Cómo decirle que la natura posee dones
que desgarran árboles donde duermen nidos?

No, no es tarea fácil; 
hay que observarlas,
respetar sus silencios, 
sus cantos mudos
y esperar que la natura marque el ritmo,
aquiete las aguas y devuelva a las aves,
bailarinas del cielo, lo que han perdido.

Viviana Laura Castagno Fuentes

MARIPOSA ANHELADA

No, nada debes temer etérea mariposa,
solo deseaba sentir tu frágil cuerpo,
tus alas sedientas de cielo y nubes,
entre mis trémulos dedos.

Son esos misterios de la vida,
que no tienen explicación, ni lógica,
deseaba saber qué se sentía
atrapar por segundos 
tanta delicadeza.

La experiencia fue grata,
un cuerpito transparente y frágil
reclamando su libertad,
que por curiosidad
osé retener entre mis manos
y lo convertí en absoluto goce.


Viviana Laura Castagno Fuentes

DÍA DE COMPLICIDADES

Había preparado el paseo con gran ilusión.

Ilusión con aroma a niño, fresco y genuino,
con sueños que se plasman al otro día
porque un niño no sabe sobre tiempos.

Todo estaba muy bien calculado,
pasaría el día junto al río manso
ese que le obsequia los peces preciados,
a unas manitos frágiles que gozan pescarlos.

Una brisa suave envolvió su cuerpo,
el sol abrasaba el mediodía de enero
sintió que un sueño osado se aposentaba,
sobre su cuerpo hastiado por el recorrido.

El pequeño había preparado con ansias
este día junto al lago y su pesca exitosa,
pero el cansancio lo venció bajo el árbol
y quedó dormido junto a su fiel compañero.


Viviana Laura Castagno Fuentes

EL ABUELO ALQUIMISTA

Entre los habitantes que hay en la biblioteca cuajada por libros gigantes y otros chiquitos, hay uno que cuenta la historia de un abuelo alquimista.

Cada vez que me acerco despacito, para que casi no perciba allí mi presencia, el abuelo que es muy hábil, tiende su mano gigante y amable e ingreso dentro de sus páginas con enorme alborozo.

Allí están mis amigos, todos se han subido hasta su cabeza, donde un limón gigantesco los ayuda a preparar litros y litros de un exquisito jugo.
El abuelo es muy pícaro, a veces nos sorprende, mueve su cabezota y nosotros reímos porque parece que su intención fuese levantar el vuelo.

Abuelito, quédate quietito, porque "don limón" está muy mareado y no podremos seguir elaborando el delicioso jugo para regalar a todos los niños del mundo.

¿Comprendiste abuelo lo que te pedimos?, tampoco te enfades, simplemente es que no te muevas mucho, permite que acabemos o don limón terminará extenuado y caeremos todos al suelo.

Falta poco abuelo, hay mil vasitos que aún están vacíos, una vez llenados podrás continuar con tu baile y tus picardías hasta que anochezca.

Listo, hemos acabado, ahora bajaremos por el tobogán de tu cuerpo, prepara tus brazos, por ellos nos deslizaremos.

¡Muchas gracias abuelito tierno!, has colaborado para terminar un sueño: regalar miles de vasitos con el aporte generoso de don limón, serán repartidos a todos los niños del mundo que deseen beberlo.

Ya me voy, mamá me estará buscando, no le diré nada, porque no me creerá que estuve dentro de un libro grandote y viejo, elaborando la limonada más deliciosa de todo el universo.

¡Adiós abuelito, hasta pronto!, nos vemos otro día de nuevo, cuando sigilosamente tu mano gigante, me invite a subir a las páginas de un libro cualquiera para vivir otra aventura maravillosa como esta.

¡Hasta otro día abuelito alquimista!


Viviana Laura Castagno Fuentes


EL DUENDE "FELIZ"


       
Siempre voy a pasear por la inmensidad de un bosque que conozco desde muy pequeña.
Posee miles de variedades de plantas, flores y árboles altísimos que parecen besar suavemente a las nubes que en el cielo vasto danzan.
En la base del robusto tronco de uno de ellos, hay una diminuta y preciosa casita muy prolija que llamó mi atención desde hace un tiempo.

Cada vez que volvía a mi bosque, porque así lo siento, intentaba escudriñarla por dentro, para ver si había alguien allí viviendo: ¿y saben cuál fue mi gran sorpresa?, atisbar entre los entresijos de la pulcra puertita a un duende pequeñito que estaba degustando su merienda.


-¡Hola señor duende!, le dije con voz bajita para no atemorizarlo.
 -¿Cómo se llama usted?, claro está si desea decirme por cierto.

El pequeño duende salió hasta la puerta y mirando hacia arriba me respondió:
-Feliz - 
-Le contesté: ¡qué bello es su nombre!, parece que define su vida aquí en este hermoso bosque tan amoroso.


Hablando siempre con una vocecita muy suave y dulce me dijo: 
- Estás en lo cierto, mi nombre es como la vida que vivo aquí en mi gigantesco bosque, muy feliz y maravillosa.

Seguidamente me invitó a conocer su casita, debí arrodillarme para poder observarla por dentro, les aseguro que la austeridad era el principal mobiliario, nada tenía, sólo una camita que un gusano de seda le había obsequiado y una araña habilidosa tejió con esmero. 
Sobre un honguito que servía como mesita de noche, había una estrellita que bajó del cielo para iluminar la salita amorosa y eso era toda su casita.

Afuera, tenía una laguna con agua clara y transparente, me contó que paseaba por ella subido a una media cáscara de nuez con una hoja de helecho que servía como vela para el viento.

Estaba extasiada observando al duende "Feliz", él había logrado lo que todos deberíamos hacer: vivir sólo con lo necesario, desechar todo lujo y ambiciones desmedidas.

Sí , hallar a ese duendecillo fue todo un aprendizaje, la naturaleza era su supermercado, de ella obtenía todo y no necesitaba nada, nada de dinero.
Y así transcurrió el día, sin que me diese cuenta, debía volver a mi casa y despedirme de mi bosque y de mi amigo el amoroso duende.

-¡Adiós amigo "Feliz", ha sido un gran placer conocerlo!, volveré la próxima semana para visitarlo si usted lo desea.

Me dijo con su voz diminuta como su tamaño:
- Te esperaré con agrado, prepararé un pastel con grosellas que crecen aquí cerca y beberemos un té que elaboro con florcitas de rosas mosquetas.

-Muchas gracias amigo duende, hasta la semana que viene, nos veremos por supuesto y celebraremos juntos el habernos conocido, para mí ha sido el más bello de los regalos.

Con usted amigo "Feliz" aprendí la mejor lección de mi vida:
"No debemos pretender demasiadas cosas, basta con tener lo necesario y seremos igualmente muy felices con poco".

-¡ Adiós, adiós duendecillo amigo, ha sido un gran placer conocerlo!


Viviana Laura Castagno Fuentes. 

JALEA DE UVAS GIGANTES

Y ese día tan ansiado llegó por fin para el abuelito y los niños, sin avisar siquiera. 

El gran árbol había sido plantado hacía meses, a todos sorprendía su enorme tamaño, su altura y la rapidez con la que crecía. 

Cada mañana era celosamente vigilado por todos, los niños necesitaban de un catalejo para observarlo, porque desde el suelo no podían hacerlo. 

Los habitantes del pueblo, hacían una ronda entre todos entrelazando sus manos, para lograr rodear la cintura gorda del portentoso tronco. 

Cantaban canciones muy dulces para celebrar el crecimiento, en el pintoresco pueblito había nacido una variedad de vid especial y única y ameritaba el festejo. 

-¡Vamos niñitos!-, dijo el abuelo: " está todo listo para la recolección de las uvas".

Con una gran escalera, treparon hasta alcanzar las ramas sólidas y comenzaron a subir por ellas. 

La niña se sentó sobre una esponjosa y blanca nube, comenzó a desprender con sumo cuidado uva por uva. 

El hermanito menor estaba montado sobre un pez volador e intrépido y el mayor osadamente trepado al brazo de otra gran rama allá en lo alto.

El abuelito tenía un tonel donde se depositaban las frutas, pero antes eran trituradas por el imponente instrumento musical que le aportaba la magia y la melodía necesarias. 

Desde abajo todos estaban mirando, atentos por si alguna uva caía, podían lastimarse debido a su gran tamaño. 

Pero todo transcurrió con absoluta normalidad, nada pasó al final y los niños junto al abuelo, lograron cosechar todas las frutas para elaborar la más exquisita de la jalea de uvas para todo el pueblo. 

¿Vieron qué satisfacción genera el trabajo solidario?, aunque sea pequeñito, no importa, lo trascendente es dedicar un instante de nuestra vida para colaborar desinteresadamente para hacer feliz a la gente. 


Viviana Laura Castagno Fuentes 

PAPÁ ÁRBOL

En mis paseos frecuentes por el bosque que amo, hallé una especie muy peculiar de árbol: es muy alto, esbelto y posee una distinción que lo hace especial y único.

¿Saben ustedes que cada árbol es un laboratorio químico?, no, no estoy desvariando, son tan, pero tan importantes para nuestra vida que elaboran el oxígeno que la garantiza.

Cada uno de ellos es la especie vegetal más grande y milenaria que existe ; tienen entre otras tareas, la de absorber un gas muy venenoso que nos dañaría a todos si no lo eliminaran rápidamente.

También dan cobijo a muchísimas variedades de animales: a las aves, los insectos, a simpáticas ardillitas y a roedores diversos entre tantas otras especies.

Sin los árboles nada crecería, sin ellos, la vida en la tierra no existiría. se ¿Se han dado cuenta cuán trascendente es su existencia?

Pero, deseo contarles la amistad con mi árbol predilecto, el coqueto y elegante, ése al que me referí al principio.
Es muy generoso, acurruca en sus cientos de ramas, a muchísimos animales y parece un papá por la manera en que los protege.

Cuando llueve intensamente, extiende sus manos con grandes hojas verdes y abraza los nidos para que no se mojen.
Es tan especial mi amigo árbol, que para describirlo detalladamente, necesitaría detener los relojes y parar el tiempo.

Entonces, como impedir que transcurra el tiempo nadie puede, les confiaré lo que sucede cuando se acerca la noche.

¿Me creerían ustedes si les digo que él duerme?

¡Sí, como lo escucharon, duerme!

El proceso es el siguiente: mira hacia el cielo, descubre que el sol está en retirada y la noche comienza a pintar el bosque de un negro azulado casi.
Entonces, empieza muy despacito a doblarse hacia el suelo, cuidando que no caiga ni un solo nido, porque sería un desastre.


Una vez encorvado, se asegura que todo esté en orden y comienza a entrecerrar sus ojitos de árbol viejito y sabio y se duerme, plácidamente con una sonrisa en los labios.

Así de especial y único es mi amigo, de día es una variedad vegetal elegante y erguida, pero cuando cae la noche, es un tronco doblado que amorosamente en un gran regazo amparador se convierte.

Bueno, debo dejarlo descansar porque tiene una ardua tarea, es un pulmón que limpia el aire que respiramos, absorbe los gases malos y se merece un sueño amoroso y plácido.

Cuando la primera luz del día lo encandile, se desperezará, abrirá sus ojitos y elevará su sólido tronco cargado de nidos hasta perderse entre las nubes sedosas que lo esperan para acariciarlo.

¡Adiós papá árbol, muchas gracias por tantos beneficios otorgados!


Viviana Laura Castagno Fuentes.