Ella había imaginado
una vida color de rosa.
Supo construir delicadamente
un castillo amoroso,
rodeado por mares de
una vida color de rosa.
Supo construir delicadamente
un castillo amoroso,
rodeado por mares de
jacintos y prímulas,
bajo un cielo diáfano
bajo un cielo diáfano
como sus sueños.
Allí, viviría con su amor,
una gran historia de amor
asida a proyectos tantos
que miraban hacia un futuro
sin límites impuestos.
Estaba plena y feliz,
como una niña
Allí, viviría con su amor,
una gran historia de amor
asida a proyectos tantos
que miraban hacia un futuro
sin límites impuestos.
Estaba plena y feliz,
como una niña
con su casa de muñecas.
Pero, no supo o no quiso ver
lo que la realidad le decía,
su sueño jamás despertaría,
seguiría adormilado.
Porque, sin darse cuenta siquiera,
ella edificó enormes
Pero, no supo o no quiso ver
lo que la realidad le decía,
su sueño jamás despertaría,
seguiría adormilado.
Porque, sin darse cuenta siquiera,
ella edificó enormes
y valiosas expectativas,
modeladas sobre cimientos
modeladas sobre cimientos
de arenas inestables y blandas.
Y sobrevino la decepción nomás,
el derrumbe anunciado
y jamás interpretado,
dijo -aquí estoy-.
Tenía un castillo construido,
pero no atisbó que su amor
ya no deseaba
Y sobrevino la decepción nomás,
el derrumbe anunciado
y jamás interpretado,
dijo -aquí estoy-.
Tenía un castillo construido,
pero no atisbó que su amor
ya no deseaba
compartir los mismos sueños,
tenía otros, diferentes y ajenos.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario