De a poco,
como si caminara de puntillas
intentando ser prolija,
te fui pergeñando en mi memoria.
Nada de ti conocía,
solamente tu ubicación
y tu nombre: "Santa Clara del Mar"
nada más que eso.
Hoy,
me percibo una mixtura extraña
porque te escudriño
como turista primero
y como residente de estreno
luego.
Y debo confesarte algo,
eres un despilfarro de belleza
una desmesura perfecta,
supiste que la naturaleza
no sería masacrada
y hoy convives en armonía
con especies arbóreas disímiles,
amorosas cunas ellas
de variadas avecillas
mis despertadores peculiares
cuando el amanecer despunta.
¿Y tu mar de aguas verdes?
Él, merece que mi alma
invite a las palabras
para perpetuarlo en otro poema
o en una prosa poética.
Insisto, eres un despilfarro
nada has minimizado
hiciste un pacto con la natura
-nada afectarías, todo seguiría
incólume-
porque tienen ambas
una maravillosa relación
simbiótica.
Viviana Laura Castagno Fuentes



















