Durante mis recurrentes
y sorpresivos insomnios,
se agolpan las palabras
en una suerte de desorden
que a la prolijidad buscan.
Y es justamente
en ese instante puntual
cuando la creación comienza,
urde la mente su estrategia
mientras impone sus límites
mi alma.
Mente y alma,
en apariencia cohabitan
pero en realidad están divorciadas,
una acumula palabras
con un afán desmedido,
la otra las selecciona
y en amor genuino las envuelve.
Cuando mis musas
se despabilan
y se exilia el sueño
un universo interior despierta...
son palabras, que un asilo buscan,
impregnadas con el perfume
que solamente el alma esparce
y el proceso de la creación
mágicamente renace otra vez.
Viviana Laura Castagno Fuentes



















