¡Cuántas veces!
Desde el afuera
nos apagan
las luces,
esas que resplandecían
y en nuestro faro
se convertían.
¡Cuántas veces!
Nuestro camino
con óbices
obstruyeron,
y nos conminaron
a convertirnos
en habilidosos escaladores.
¡Cuántas veces!
Nos dejaron vacíos,
y aun extraviados
tuvimos
que edificarnos
otra vez
desde los escombros.
¡Cuántas veces!
Nos sorprende
la vida,
asestando sus golpes
y aun perdidos
aun vacíos,
debemos continuar
la travesía
porque no tenemos
otra alternativa.
¡Cuántas veces!
Viviana Laura Castagno Fuentes

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