Estoy asumiendo
de a poco y sin presiones
cuánto debo restañar
para proseguir viviendo,
sé que has partido
—inexorablemente—
y que se han quedado
galaxias íntimas
que acunan reminiscencias
invaluables y perennes.
Pero debes comprender
que no existen
los caminos rectilíneos
—eso es para la geometría—
y encuentro a algunos
zigzagueantes y complejos
que logran interponerse
provocando mi extravío.
Y en este preciso instante
—cuando la tarde languidece—
estoy degustando un café
deseando que estés a mi lado
mirando sin decir nada
porque era en tu mirada
donde nuestros diálogos
su experticia desplegaban.
Te extraño...
y ese sentimiento
es absolutamente
—inexpugnable—
no amerita explicación
porque no se explica
la sutil esencia
del amor que con pulcritud
dentro de mí, sembraste.
Viviana Laura Castagno Fuentes