INEXORABLEMENTE

Estoy asumiendo 

de a poco y sin presiones

cuánto debo restañar

para proseguir viviendo,

sé que has partido

—inexorablemente—

y que se han quedado

galaxias íntimas 

que acunan reminiscencias

invaluables y perennes.

Pero debes comprender

que no existen 

los caminos rectilíneos 

—eso es para la geometría—

y encuentro a algunos

zigzagueantes y complejos

que logran interponerse

provocando mi extravío. 

Y en este preciso instante 

—cuando la tarde languidece—

estoy degustando un café

deseando que estés a mi lado

mirando sin decir nada

porque era en tu mirada 

donde nuestros diálogos

su experticia desplegaban.

Te extraño...

y ese sentimiento 

es absolutamente

—inexpugnable—

no amerita explicación 

porque no se explica

la sutil esencia

del amor que con pulcritud

dentro de mí, sembraste.

Viviana Laura Castagno Fuentes

MI INEFABLE "RÍO URUGUAY"

Hay atardeceres 

que me abducen

y hacia tus márgenes me llevan.

Hay cielos arrebolados 

que parecen una copia

de los que medran dentro.

Hay verdores esplendorosos

floraciones espectaculares 

y yo... imaginándote amigo.

En realidad hay desmesuras

diferentes e iguales

pero tu ausencia... las eclipsa.

Viviana Laura Castagno Fuentes

COMPRENSIÓN

La intimidad

es una reducción, 

un menoscabo 

un despojo 

cuando a lo efímero 

de las pasiones 

la condenamos.

Ella es una concatenación

de sentimientos profundos 

que en silencio aguardan

las márgenes previsibles 

donde recostarse, 

cuando una inundación 

sin piedad los arrecia. 

Viviana Laura Castagno Fuentes 

MAGIA

Imagino 

que tal vez leas

mis versos solitarios

—entonces dejarán de serlo—, 

porque se intuirán 

tu alma y la mía 

aun cuando la distancia

sea parte del imaginario

y en realidad 

no exista, no sea, 

porque habrá un poema 

consolidando la magia

del reencuentro. 

Viviana Laura Castagno Fuentes 

SÍ, HE CAMBIADO

 

 —¡Cómo has cambiado!, no eres la misma que conocí hace unos años (sic). 

A veces me produce un gran hastío escuchar lo mismo, pero también me induce a escribir, no siempre a responder verbalmente porque solamente habilita a un estéril intercambio de opiniones que se contraponen y me generan cansancio y para no extraviarme de la paz —acabo enmudeciendo—. 

En este viaje si no cambiamos, no estamos evolucionando nada, nos estancamos en fórmulas hechas y repetidas que nos anquilosan. 

Muchas veces esos cambios son conscientes, pero generalmente se producen muy sigilosamente sin que lo advirtamos siquiera pero modifican nuestros parámetros y también nuestras prioridades. 

Por ello, tengo todo para agradecer a la vida, he sobrevivido a temporales atroces que me fagocitaron, me abdujeron a lugares insospechados para comprender después que "había una enseñanza subyacente", no era la evasión, ni la mentira, ni el resentimiento y menos el rencor, sino salir del trance más blandos y maleables. 

Me sumergí en mis arenas movedizas, caí por pendientes pronunciadas (y aunque el viaje tendrá otras pendientes aguardando) he fluido exenta de sentimientos inicuos que solamente un caos interno proponen soguzgando al alma prístina —la fuerza motriz— de este finito obsequio denominado "vida". 

Sí, he cambiado... 

Viviana Laura Castagno Fuentes 

GRACIAS VIDA...

 

Y me quedo definitivamente 

con una amalgama imperfecta 

de lo mejor de mi vida

—que ha sido mucho—, 

porque no escatimó nada

—tuve al amor genuino—

desde la cuna y perpetuado. 

Hasta he entablado

amablemente con el dolor, 

—una relación simbiótica—

porque es un absurdo 

darle el trato de enemigo

a un docente inesperado 

que sabe atizar con ínfulas, 

para acabar cobijándonos.

Viviana Laura Castagno Fuentes