Decretaría a la navidad
como obligatoria para la vida,
los deseos y anhelos
que tenemos para otros
deberían mutar a acciones,
de lo contrario, a mera frivolidad
y a dogmas los condenamos.
La navidad es un estado del alma,
allí se gesta la fiesta, el agasajo,
en su hábitat están los cimientos
para expandirse después
a cada sentimiento y actitud
que en portadores se convierten.
Que no se limite el espíritu navideño
a una noche solamente
porque tampoco es un regalo material,
es un obsequio que tiene su génesis
muy dentro, allí donde la simiente
del amor genuino, de la paz y la verdad
viven siempre para que los perpetuemos.
Viviana Laura Castagno Fuentes























