Hay que comprender,
cuando una tarde soleada
sus luces abruptamente
apaga,
porque ingresó
a hurtadillas
una pertinaz neblina.
Hay que comprender,
que nos embelesarán
jardines y vergeles,
para desaparecer luego
porque la helada
tendió
un impecable manto níveo.
Hay que comprender,
está la natura enseñando
lo que no sabemos,
amanece encendiendo
las opacidades todas
y concluye su día
sorprendiéndonos
con una llovizna
terca
e inesperada.
Hay que comprender,
que habrá una mar inasible
y un cielo azul translúcido
fusionados ambos
en el horizonte,
y no sabremos nunca
si ese acto
de prestidigitación
es justamente ahí
donde comienza...
¿o termina?
Hay que comprender,
aunque nos despoje el otoño,
y ceda su lugar
a un desalmado invierno
o nos seduzca luego el estío,
en "Santa Clara del Mar"
se eterniza una conviviente
implícita:
es la deslumbrante primavera
que no deja dormir
a las flores,
aunque lloviznas, neblinas,
heladas o neviscas
intenten sin éxito
desalojarla.
Dedicada a la bellísima "Ciudad de Santa Clara del Mar" en la costa Atlántica Argentina 🇦🇷
Viviana Laura Castagno Fuentes
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