PRECARIEDADES
La noche
tiene implícito
un sesgo que me desagrada
y no es la ausencia
de la luz natural solamente,
me intimida, me despoja,
la percibo como un arrebato.
Es la impunidad misma,
avala con la oscuridad
los desatinos todos,
despabila los bajos instintos
mientras al alma expulsa.
No me agrada la noche,
trae en sus entresijos
a la muerte por un rato
cuando a las sombras convoca.
¿Será por eso que ansío
los fulgores del alba?
¿Será porque las aves
mis despertadores naturales
durante la noche callan
y con el amanecer despiertan?
Definitivamente la noche
sabe a un final, a una suspensión
y yo elijo la nueva oportunidad
que el amanecer instala.
Viviana Laura Castagno Fuentes


















