El aire trae inevitablemente indicios
de que las fiestas de fin de año
están tocando a la puerta otra vez.
Y confieso con mi alma al desnudo
no deseo dejar que ingresen, no puedo,
porque traen al dolor de nuevo
se reiteran cada año y como cada año
una saeta atraviesa mi pecho y me asfixia.
Desearía volar a otro planeta
durante los días festivos,
alejaría a las pesadumbres terrenales
aunque íntimamente conmigo viajen.
Porque si aquí me quedo,
evocaré a esa mesa larga interminable
con todos mis seres amados
que en el viaje se adelantaron,
sentados otra vez como hace décadas.
Imagino, que tal vez regresarán
de ese odioso lugar al que partieron
y junto a ellos volverán momentos
que han sido inolvidables,
para esta mujer que aún tiene
a su niña exultante y atenta.
Deseo un cohete o una nave,
no importa, lo que sea,
para emprender un viaje transitorio,
que hacia un lugar del espacio
infinito me lleve.
Porque si permanezco aquí,
el dolor será insoportable,
junto a la soledad como aliada,
y tal vez, en otros lares encuentre
a la gran mesa larga e interminable
con mis seres amados esperándome.
Las festividades están tocando a la puerta
otra vez como hace tantas décadas
y no deseo estar aquí para atender este año.
Viviana Laura Castagno Fuentes



















