Hay personas tan únicas
que llevan amaneceres
instalados dentro
y refulgen aun
en días ominosos.
Son seres especiales,
son obsequios en sí mismos
si hasta justifican
que existamos
porque son quienes nos edifican.
Por eso, cuando se van,
cuando de vestidura cambian,
siguen estando, no nos
abandonan,
nos miran desde otro universo.
Seres inigualables, magnánimos,
se quedan en nosotros
para siempre
porque en el alma los asilamos,
lugar inefable donde el "olvido"
definitivamente no existe.
Viviana Laura Castagno Fuentes



















