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jueves, 21 de marzo de 2024

BIENVENIDO...

Estuviste dando indicios
modificando la generosidad
de un estío en retirada
mientras al sol antes, despedías.

Debo reconocer, tu puntualidad
ha sido todo un éxito,
ingresaste hoy con los bríos
de un ganador a sabiendas.

Las hojas que desprendiste
están formando montañas
que al jardín desdibujaron
¿Eres un prestidigitador acaso?

Llegaste imbuido de cambios
los que te caracterizan 
y en único te convierten,
el despojador, el que desnuda 
con habilidad a los atavíos.

Eres un gran simulador
desbaratas a la belleza 
mientras al viento azuzas
y a los inevitables recuerdos
con enorme solvencia despiertas.

Viviana Laura Castagno Fuentes

lunes, 18 de marzo de 2024

NUESTROS SOLES

 Adoro a las personas genuinas,

esas que nada esconden,

dejan que veamos su esencia 

porque de transparencia visten. 

Tienen un halo, que no capta el ojo,

solo el alma atenta lo percibe, 

irradian una paz interior

que desde adentro las ilumina.

Seres especiales, magnánimos, 

saben quedarse en silencio,

cuando hay naves encalladas,

y celebran, cuando a la mar regresan.

No es fácil encontrarlas, no,

no estoy hablando de belleza física,

esa es solo transitoria, pasajera, 

y el tiempo se encarga de disiparla. 

Me refiero a la beldad primigenia, 

la que solo un alma noble ostenta. 

Son personas que nos cambian,

sin dar consejos, ni emitir palabras. 

Ellas son generadoras naturales,

de una fuerza que nos modifica. 

Logran que visualicemos vergeles,

allí donde el invierno arrasó

impiadosamente, con los esplendores.


Viviana Laura Castagno Fuentes

domingo, 17 de marzo de 2024

UN PUEBLO, UN SECRETO



El pueblo había sido emplazado
lejos de la ruta principal.
Resolvieron esconderlo, intuyo,
para que lo buscaran y lo descubrieran
como si fuese parte de la magia.

Tenía las calles muy anchas,
su avenida central mojaba sus pies
en las aguas del río majestuoso,
que parecía acunar todo lo que acariciaba.

Había casas de material, otras de adobe,
separadas por grandes espacios baldíos.
El estilo italiano dominaba la arquitectura,
aunque también el inglés engalanaba
y con creces, el ingreso principal.

Y como en toda la Argentina,
había un crisol de razas, enriquecedor;
con sus diversidad de bagajes culturales
transmisores de riquezas insospechadas,
tan diferentes y tan iguales a veces.

Los días eran copias uno del otro,
los cambios eran lentos, imperceptibles;
llegarían, pero con los años
porque justamente
la impronta que poseía, era lo rutinario.

Los tórridos veranos eran impiadosos,
para atenuarlos, alguien pergeñó las siestas;
un paréntesis entre el mediodía y la tarde
una invitación para llamar al sueño,
cuando los rayos del sol eran protagonistas.

Un manso y exuberante río
se ofrendaba hacia dos países,
era como un custodio, un gran referente.
Creo, que en él residía el misterio
y era el argumento que planificó
erigir al pueblo lejos, como disimulando.

Porque, ese río era el gran secreto
que todos con orgullo atesoraban;
por lo tanto quién deseaba conocerlo,
debía realizar un viaje extra, más largo,
para ceder al arrobamiento
que él con dotes de artista generaba.


El pueblo que inspiró la poesía, es la actual: "Ciudad de Monte Caseros en la Provincia de Corrientes -Argentina"

Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 14 de marzo de 2024

COMPLEJIDADES

 Y aprendemos con los años,

conocer a alguien no implica

llegar a la intimidad de su esencia,

a veces por temores o desconfianza,

levanta insalvables murallas.

Es complejo el ser humano,

es renuente a ir de frente,

prefiere buscar atajos,

senderos tortuosos,

sitios donde la verdad se pierde.

Somos misterios perpetuos

un amasijo de sentimientos,

en témpanos inasibles nos convertimos

y otras, a brasa candente mutamos.

Y aprendemos con los años;

no es difícil la vida, es sencilla,

vinimos para ser felices,

pero somos expertos en desbaratarlo. 

¿Aprendemos con los años?


Viviana Laura Castagno Fuentes 

martes, 12 de marzo de 2024

VEJACIONES

 

Si comprendiesen

que estoy viva, lúcida, 

que no me mata 

el paso de los años, 

sus palabras cuidarían. 


Si comprendiesen, 

que puedo viajar en el ala

de un colibrí iridiscente

hacia la nívea corola

de una fragante gardenia.


Si comprendiesen,

que soy sentimientos,

vicisitudes, nudos gordianos,

vergeles, páramos,

porque todo me atañe, todo.


Si comprendiesen,

me dejarían en paz

con mi libertad y autonomía

soy una entrega desinteresada

y me condenan sin pudores

a una fría autopsia

en grises claustros.


Si comprendiesen,

acabaría esta práctica

ese análisis innecesario

sobre todo lo que expreso

-si es tácito o es metáfora- 

mientras olvidan mi génesis.


¡Soy poesía!


Se equivocan todos

cuando me someten

a irreverentes interpretaciones 

sin comprender todavía

que soy el alma ofrendada

de quién me ha concebido.


Soy la poesía, no me analicen.


Viviana Laura Castagno Fuentes

lunes, 11 de marzo de 2024

DIME...¿CÓMO?

 Dime:

¿Cómo se cura

la herida que dejó

tu partida inesperada?


Porque convengamos, 

lo nuestro era invencible

éramos dos gladiadoras

lidiando contra todo. 


Si hasta movimos 

una gigante montaña

era un óbice perpetuo

que nuestro nexo impedía.


Convertimos en vergeles

zonas estériles y bravías

para inaugurar un sendero

que a los límites esfumaba.


Convinimos con el sol

amaneceres perpetuos

habilitarían ellos las luces

que el ocaso mutilaba.


Entonces... 


¿Cómo debo suturar 

la herida que dejaste 

con tu adiós inexplicable? 


Viviana Laura Castagno Fuentes 

MIS INTENTOS

 Camino de puntillas, 

no quiero

que el reloj

despierte

y apresure sus horas.


Intento, 

aligerar mi peso 

cuido lo que piso 

para no herir

a las flores silvestres

que entre la gramilla

emergen.


Inhalo con placer 

el aroma delicado 

y único 

de las glicinas, 

para guardar  

a la primavera 

entera dentro.


Abro puertas 

y ventanas 

para atrapar

al sol 

cuando ingresa, 

y lo dejo libre 

para que luego

en un amanecer 

se convierta. 


Despierto

a los recuerdos,

para recrear

momentos inolvidables

cuando no había

sillas vacías

ni zonas horadadas.


Intento,

despejar de nubarrones

al cielo ominoso

lo insto a abrir sus ojos

hay especímenes 

aquí abajo 

que sin su luz, fenecen.


Intento...

Viviana Laura Castagno Fuentes 

jueves, 7 de marzo de 2024

¿Y QUÉ DE MÍ?

 ¿Y qué de mí sin las letras?


¿Cómo expresar la belleza

de una gota de rocío

durmiendo plácidamente

sobre un pétalo de gardenia?


¿O el despliegue escenográfico

de un crepúsculo otoñal

cuando se inmiscuye hábilmente

entre el ramaje en desnudeces? 


¿Y cómo hablar de la mar

cuando devora a la playa

mientras a la roca impávida

con sus dones de artista cincela?


¿Y los nidos que amorosamente

el viejo y vapuleado sauce 

hospeda entre su follaje

que de tan lánguido se quiebra?


¿Y cuando la aviesa mentira

a la incauta verdad embosca

confundiendo los caminos

que hacia la libertad nos guía? 


¿Y sobre el amor de madre

el más perfecto que existe

nada exige, nada limita, 

porque sobre entregas es amo? 


¿Y qué de mí sin las letras,

si ellas otorgan sustento 

al orbe de los sentimientos

y a la imaginación le incrusta alas?


¿Y qué de mí sin ellas?

¿Qué?


Viviana Laura Castagno Fuentes

PROCESOS ÍNTIMOS

Los imponderables
a los que la vida nos expone
inexorablemente,
me han enseñado
que no todo depende
de lo que hemos abrevado
en los libros o enciclopedias.

Existe algo mucho más profundo
que demuele lo previsible
o la lábil concepción
del mero intelectualismo,
y es esa sutil percepción
que es personal e intransferible.

He sido un despojo,
una minimización, una reducción,
una raída expresión de lo que era,
dejé que toda fluyera
-como debía ser naturalmente-
respetando mis tiempos a rajatabla
dejando al mundo entero afuera
porque el proceso era y es
a solas, no admite testaferros.

Viviana Laura Castagno Fuentes

martes, 5 de marzo de 2024

¿UN INTERREGNO?

 La vida,

ese interregno perpetuo

entre dos misterios.


La vida,

un oasis, un reparo,

para nuestras inclemencias. 


La vida,

un jardín pletórico

embriagado de fragantes glicinas.


La vida,

una amalgama de adioses

una retahíla de despedidas.


La vida,

senderos alternativos

si los caminos se obstruyen.


La vida,

plenitudes, complicidades,

cuando la niñez nos amuebla.


La vida,

un ocaso, un acaso,

conexiones y distanciamientos.


La vida,

un café por las mañanas

con sabor a madre especial e inolvidable. 


La vida,

la escuela, la docente,

la libreta de calificaciones.


La vida, 

nosotros, los otros, 

hojas frágiles a merced del viento.


La vida,

un viaje inefable, restricto,

a través de un finito tiempo.


La vida...


Viviana Laura Castagno Fuentes

ORFANDAD

El jardín perdió su magia

desde que te has exiliado

hacia ese ignoto universo 

del que nadie vuelve.


No, no ha dejado de medrar,

las lluvias trajeron alivio

que lograron resarcir los daños

infligidos por un estío abrasador.


Pero, ahora nada es igual,

tus amorosos cuidados

generaban los cambios necesarios

lograban despertar texturas y colores.


Tu inesperada partida 

dejó a un primoroso vergel huérfano

y sembró preguntas tantas 

donde solo el silencio contesta.


Viviana Laura Castagno Fuentes

lunes, 4 de marzo de 2024

EL DESBARATADOR

Con el típico desenfado

que lo caracteriza

se está anunciando,

mientras su predecesor

las ínfulas va menguando

como en un gesto de complicidad 

o tal vez, habilitando un permiso.


Llega a desbaratar las lozanías

que con tanto esmero

creí perpetuar o demorar al menos,

pero ha sido infructuoso, 

un desgaste en sí mismo

porque lo único perpetuo 

es el cambio y ante el prestidigitador

claudica todo lo pergeñado.


Hoy, no solamente

llegó a soliviantar el entorno

con su natural tendencia al caos,

sino que también desvistió

-fragilidades en apariencia reparadas-

que están ahora en orfandad absoluta,

ante un recalcitrante "otoño" 

que sobre desnudeces es absoluto amo.


Viviana Laura Castagno Fuentes

sábado, 24 de febrero de 2024

MI MENSAJE

 Te escribo,

-ahora que el silencio-

es lo único que escucho,

para que me sientas

y no creas que hubo olvido.


Te escribo,

sin pretensiones vanas

y a tientas muchas veces

sin bosquejo previo,

habla mi alma, calla mi mente.


Te escribo,

con la absoluta convicción

de que estás aquí sonriendo

con esa espontaneidad única

que a las certezas convocaba.


Te escribo,

-porque sabes como nadie-

escribir habilita la plenitud

invita a las musas todas

que a veces están desorientadas.


Te escribo,

desde un universo pleno

allí vives resguardada

del ostracismo aparente

donde el olvido, definitivamente 

no existe. 


Te escribo...


Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 22 de febrero de 2024

MI ENTREGA

Poseo una tenue habilidad,

un idilio, una magia diría

para engalanar con letras

a los sentimientos todos.


Muchas veces me pregunto

si consigo traspasar con solvencia

esa aparente barrera,

ese límite indescifrable

entre los lectores y mi osadía.


Existen días prolíficos,

soy agua de un río caudaloso

que fluye con donaire 

hasta la mar que lo aguarda.


Pero también hay otros...

que mi discurrir anquilosan

y en un estanque lánguido

y sin bríos me convierto.


Son los sempiternos imponderables

los ciclos que la vida impone,

hay etapas para fluir sin atajos

hasta que aparecen los óbices.


Y en esa permanente simbiosis

entre los ocasos y las auroras

se mimetiza la dúctil poesía

y la plenitud de la entrega

resume los resarcimientos todos.


Viviana Laura Castagno Fuentes

lunes, 19 de febrero de 2024

UN GRAN AMOR



Hoy, una foto con tu imagen
despabiló recuerdos imborrables
y aunque de mí —tal vez—
ya no te acuerdes,
es una consecuencia natural
porque a ambos nos cambió la vida.


Era una joven a la sazón
—con ansias de cambios—
cuando una mañana tibia
septembrina, recién estrenada,
nos despedimos ambos
y la separación duró
cuarenta años
o mejor expresado
cuarenta primaveras.

Pero...
¿Sabes algo querido mío?
jamás logré olvidarte,
no hubo la menor intención siquiera,
porque no se olvidan jamás amigo
los amores que en el alma quedan.

Y estás tan hermoso debo confesarte,
los años, el tiempo, la vida, los cambios,
solamente han acrecentado tu belleza
y ese fuego nuestro de ayer,
cual magia gestada en otro universo
fue atizado nuevamente.

Unos árboles con copas frondosas
de especies bellísimas y variadas
que el otoño engalanó con ocres,
enmarcan tu figura inconfundible,
como intentando esconderte,
pero fue en vano amigo, un imposible.

Miré a esos árboles con matices diversos,
pero mi alma te descubrió al instante,
estabas detenido, como meditabundo,
y el amor nuestro, inefable y eterno,
renació otra vez, porque...
¿sabes algo amigo mío?
nuestro amor, como tu estoicismo
no morirá nunca.


Dedicada al hermosísimo "Río Uruguay"
que orna la margen este
de la "Ciudad de Monte Caseros - Corrientes -Argentina"

Viviana Laura Castagno fuentes

PARADIGMAS

Estoy como puedo 

no como desearía,

cincelo día a día

con precisión milimétrica

las lágrimas petrificadas.


Estoy como puedo,

mis pasos son férreos a veces

y vacilantes otras, 

pero me esmero en seguir 

no hay alternativa alguna.


Desearía poseer la estoicidad

de la piedra inerte,

aparenta no sentir nada

-pero mi intuición dicta-

que es una impostura solamente.

 

O tener la resiliencia

del sauce añoso y mágico 

que con admirable solvencia

a los embates de los vientos

desafía y hasta los ignora. 


Pero, soy mar inasible 

y a estanque plácido muto

la adaptación es permanente

no cesa jamás, no acaba

y no lo hará nunca. 


Estoy como puedo

no como desearía,

mi alma es timonel absoluta

de un navío que carece

de destino y derrotero.


Viviana Laura Castagno Fuentes

viernes, 16 de febrero de 2024

MIS HASTÍOS

 

Hoy, con más experiencia y más solvencia para gestionar la muerte de mi adorada Madre, debo reconocer que me generó un gasto de energías innecesario tener que explicar (a quién no tenía la mínima intención de comprender nada) la causa de mi tristeza. 

¿Todavía hay que aclarar lo que es el dolor ante una pérdida inevitable?

¿Hay tanta humanidad deshumanizada, tanta frialdad?

Siempre tuve muy claro que a mí me competiría lidiar con ello, porque lo que se siente es  intransferible — el resto del mundo queda afuera — es absolutamente inexistente.

Pero llegar a la conclusión de que los mal llamados "amigos" podían aportar un ápice de calma y que en sus hombros podríamos recostarnos "se convirtió en la decepción más absurda de todas".

Por lo tanto hoy puedo afirmar: Salvo honrosas excepciones — porque hay seres maravillosos — la gran mayoría huye del compungido, no desea inmiscuirse en nada que los arrebate de su zona de confort, se alejan con argumentos estúpidos y regresan esperando que la tormenta haya amainado, — pero si la tormenta sigue ahí — vuelven a desaparecer.

Muchas gracias al dolor — ese sutil pedagogo — porque me aleccionó con gran humildad sobre la precariedad y la inconsistencia humana, fue el atinado medio para extirpar de cuajo la maleza que a mi pródigo vergel lo eclipsaba.

Aprendí que hay que regodearse entre los escombros en la más absoluta soledad, sumergirse en él y permitirse el tiempo exacto para emerger cuando determinemos que estamos listos, antes no, porque nadie debe inmiscuirse en el privadísimo proceso del duelo, nadie. 

La única persona importante que merece todo de nosotros es y será quién nos arrebató el alma cuando nos dijo "adiós" y nos dejó a tientas, vacíos y desolados, nadie más.

Viviana Laura Castagno Fuentes



JAMÁS TE IRÁS

Cuantas madrugadas
me sorprenden 
con la insistente pregunta:
¿Dónde estás, hacia dónde 
has partido, cuando el estío
sus balbuceantes pasos comenzaba?

Y no poseo las respuestas,
acudo sin hesitar 
a la imaginación solamente
es allí donde una tenue luz 
un incipiente camino anuncia.

Y sí, estás, aquí y allá,
hacia donde mi alma mire
te encuentra 
y lo comunica muy bien
con una solvencia única.

Estás, en las luces matinales
que entre el follaje 
de la bellísima araucaria 
está infiltrándose 
con las intermitencias
que el viento tozudo genera.

Estás, en el vuelo confuso
de los loros soliviantados,
pero también en el vuelo
compacto y sociable
de los negros estorninos.

Estás justo allí, 
donde medran las lavandas
mientras su fragancia esparcen
cada vez que un espléndido sol
con ínfulas las acicatea.

Estás, en el aroma inconfundible
del café de la mañana,
si hasta me confundo a veces
cuando mi mirada
busca tu taza y logro 
a tiempo despabilarme.

Estás en todo y todo el tiempo,
y no te irás te confieso
porque no se van jamás
los grandes amores 
que en las profundidades
del alma, fueron perfectamente
cincelados.

Viviana Laura Castagno Fuentes

ALGO DE MÍ

Y fui arena un día
aguardando ser besada
por los labios húmedos
de unas aguas mansas
pero también bravías.

Y fui mar otras veces
en actitud taciturna,
descansé en la playa
desperté a las piedras
y claudiqué en los acantilados.

Y me convertí 
en apacible sendero,
fui guía del caminante
de aquél que busca perderse
y también de quién se encuentra.

Y me extravié 
tantas veces,
aun cuando los carteles
me indicaban la salida,
y me sigo equivocando
y continuaré equivocada
porque así es la vida.

Viviana Laura Castagno Fuentes

LA DOCTA

Necesitaba ausentarme 

y dejar a mis letras 

en condición de orfandad

aunque fuese en apariencia 

solamente.


A veces la vida 

nos invita amablemente

a detener nuestros pasos,

pero también es experta

en asestar duras golpizas

para que la escuchemos

cuando tiene algo

para decirnos.


Pero: ¿Qué más quieres 

de mí

si todo te has llevado,

qué más debo aprender

si la explicación fue perspicua?


Sabrás amiga mía

tus enseñanzas 

han sido contundentes,

me convertí en una naúfraga

de un navío que hundió

la implacable mar un día.


Sucumbí entre sus aguas,

si hasta perdí la noción 

de las horas 

los días y hasta los meses,

todo se convirtió

en un amasijo informe

y se detuvo el tiempo.


Y aún sigue en pausa

debo confesarte,

lo interrumpe 

solamente

la versatilidad de la natura

cuando con sus actos 

magistrales 

logra despabilarme un poco.


Déjame organizar 

mis recuerdos, tan ricos

tan amorosos,

porque al fin y al cabo

de ellos estoy construida,

es tan exiguo el presente

y tan incierto el mañana

que en mis ayeres 

está mi plenitud 

cómodamente hospedada.


¿Qué más debo aprender

amiga?

ve en busca de otra alumna

te sugiero,

tus enseñanzas 

han sido pedagógicas

"nadie murió ni lo hará nunca

sus recuerdos son la garantía".


Viviana Laura Castagno Fuentes