Necesitaba ausentarme
y dejar a mis letras
en condición de orfandad
aunque fuese en apariencia
solamente.
A veces la vida
nos invita amablemente
a detener nuestros pasos,
pero también es experta
en asestar duras golpizas
para que la escuchemos
cuando tiene algo
para decirnos.
Pero: ¿Qué más quieres
de mí
si todo te has llevado,
qué más debo aprender
si la explicación fue perspicua?
Sabrás amiga mía
tus enseñanzas
han sido contundentes,
me convertí en una naúfraga
de un navío que hundió
la implacable mar un día.
Sucumbí entre sus aguas,
si hasta perdí la noción
de las horas
los días y hasta los meses,
todo se convirtió
en un amasijo informe
y se detuvo el tiempo.
Y aún sigue en pausa
debo confesarte,
lo interrumpe
solamente
la versatilidad de la natura
cuando con sus actos
magistrales
logra despabilarme un poco.
Déjame organizar
mis recuerdos, tan ricos
tan amorosos,
porque al fin y al cabo
de ellos estoy construida,
es tan exiguo el presente
y tan incierto el mañana
que en mis ayeres
está mi plenitud
cómodamente hospedada.
¿Qué más debo aprender
amiga?
ve en busca de otra alumna
te sugiero,
tus enseñanzas
han sido pedagógicas
"nadie murió ni lo hará nunca
sus recuerdos son la garantía".
Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:
Publicar un comentario