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viernes, 22 de noviembre de 2024

CAMBIOS SOLAMENTE


Has cambiado

de forma solamente,

es diferente tu vestidura. 


Y te apareces,

en el delicioso colibrí

que a las lavandas circunda.


Abrazas con sutileza

el tronco de la araucaria

simulando ser un jazmín.


A veces desde el tejado

observas con discreción

devenida en una frágil avecilla.


Estás en la mirada 

tan tierna y diáfana

de "Greta", cuando te busca.


Te intuyo en la brisa

que desordena las hojas

y a bailar las desafía.


Sí, has cambiado

de forma solamente

¡Pero qué forma de quedarte!


Viviana Laura Castagno Fuentes

MIS AMORES


 A mi orbe de remembranzas

—cada vez más trascendente—

personas únicas lo habitan

las que tienen de cristal el alma. 


A ese universo lo amueblan

vastísimos e inolvidables recuerdos 

—donde viven mis amores—

los que mi vida toda esculpieron.


Por eso, hacia allí viajo cada día

—porque eviternos son ellos—

han sido exquisitos labriegos

sembraron "el amor" como simiente.


Están los puentes tendidos

hacia ese lugar de privilegio

—donde los olvidos no existen—

porque el genuino amor no fenece.


Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 21 de noviembre de 2024

PEDAGOGÍA

Me he acostumbrado 

a los inexorables adioses

y a que serán una retahíla. 


Me he acostumbrado 

a erigir un espacio íntimo 

donde solo tu recuerdo ingresa. 


Me he acostumbrado 

a la acotación de las albas

aunque con ansias las aguarde. 


Me he acostumbrado 

a que mi río esté lejos —ahora— 

porque en la mar lo espero. 


Me he acostumbrado 

a casi todo —diría—

aprendí del dolor, mi pedagogo. 


Viviana Laura Castagno Fuentes 

LO ATEMPORAL


Cede el dolor

—con la misma sobriedad—

de tu vida,

e inició su éxodo

—con la misma paz—

de tu partida.


Parece un galimatías 

lo expresado,

pero sabes muy bien

que siempre me amparo

—en la sutil autenticidad—

ella es tu legado, mi herencia. 


Y es el dolor 

solamente el prófugo,

porque —el extrañarte—

es un hecho irreversible

y para él no existen 

las horas ni los relojes.


Viviana Laura Castagno Fuentes

lunes, 18 de noviembre de 2024

CONFIDENCIAS MÍAS


Soy

una amalgama imperfecta

entre el ayer y el presente

soy lo prístino y lo ecléctico.


Soy

el alba precipitada

el crepúsculo extendido

y la acotación de los días.


Soy

un mar de interrogaciones

con playas que al mar aguardan

porque sobre mareas no entienden.


Soy

el reparo y el cobijo

para mis letras desorientadas

cuando duerme la poesía.


Soy

un camino inexplorado

un mañana vacilante

sueños truncos y auspiciosos.


Soy

la expresión más genuina

de todos los imponderables

suave a veces, impetuosa otras tantas.


Soy

el silencio prolongado

la portadora de ausencias

el alma en paz, entre las ruinas.


Soy...


Viviana Laura Castagno Fuentes

domingo, 17 de noviembre de 2024

UNA ILUSA IRREDENTA


Poseo una tenue ilusión

que se inviste de convicción

y vuelve a perder fortaleza

porque la realidad la esmerila.


Creo que la vil mentira

perderá su hegemonía 

y acabará rindiendo cuentas

ante un tribunal universal.


¿Me creen ilusa tal vez?


¿Piensen, no sería maravilloso

condenar a la inicua mentira

junto la desvergonzada malicia 

a fenecer en absoluta soledad?


Entonces la vida sería otra,

caerían todas las máscaras

y la verdad pondría en evidencia

lo prosaico de esta humanidad.


Insisto, dirán que es poético

pero —naturalizando a la mentira—

nos convertimos en eternos rehenes 

de los poderosos que nos asesinan.


—Querida verdad— ven a mí

convénceme que no es imposible

que tú —despabiles a las almas—

y redimas a todos de su cautiverio.


¿Ilusa yo?


Viviana Laura Castagno Fuentes

sábado, 16 de noviembre de 2024

NEXOS INESCRUTABLES


Munida de prolíficos recuerdos

estoy transitando mi viaje

minimizando necesidades.


Y te encuentro en todas partes

—porque es un hecho inevitable—

un obsequio de la vida, un privilegio.


La natura es mi cómplice dilecta

—y lo comunica con idoneidad—

en el jazmín que a un tronco abraza.


Y en las ágiles golondrinas

cuando su coreografía despliegan

en un vuelo unísono y majestuoso.


¿Y qué decir de la luna

redonda y nívea, inmiscuida

entre dos especies arbóreas?


¿Y cuando el cielo torna

de azul cerúleo a gris amenazante

como si el invierno rehusara a irse?


Definitivamente la naturaleza

—es mi aval, mi nexo inescrutable—

la proveedora de todos los indicios.


Viviana Laura Castagno Fuentes

miércoles, 13 de noviembre de 2024

LO QUE QUEDÓ


Ingreso cada día 

al lugar donde viven

mis fragmentos, mis escombros,

cuando lo inevitable y natural

—pero inesperado—

distraída y frágil me demolió.


Intento acomodar de a poco

—nada es fácil—

necesito templanza y paz

para instalar un cierto orden

que será extraño y diferente

porque no soy la misma.


Son los imponderables 

que la vida nos propone

—estemos de acuerdo o no—

se quedaron los proyectos

hecho trizas —excepto los sueños—

todo lo que había desapareció.


Enseñanzas, clases magistrales

a cielo abierto, obligatorias,

—de las que nadie logra huir—

estuve allí desnuda y desvalida

—hoy avanzo en la edificación—

de un orbe nuevo y desconocido.


Viviana Laura Castagno Fuentes

UTOPÍAS


Quizá,

nos encontremos un día

en los pliegues de una rosa

mientras los colibríes liban. 


Quizá, 

sea cuando la arena 

nuestras huellas perpetúe

mientras a las olas desorienta.


Quizá,

coincidamos en un sueño

justo cuando tú despiertas

y cuando yo todavía duermo. 


Quizás,

el aroma del café intuyas

y con tu amoroso sigilo 

a enriquecer mi mañana regreses.


Quizás, 

abrevo en lo inasequible

sobre arenas movedizas camino

para que la vida sea como antes.


Quizá, quizá, quizá...


Viviana Laura Castagno Fuentes

martes, 12 de noviembre de 2024

PROCESOS


Y heme aquí, otra vez

en un constante 

e interminable

proceso de adaptación

—a vivir con las ausencias—.


No estaba preparada

—me faltó aprender— 

y por eso duele tanto,

tal vez es así el camino

o es una mixtura entre ambos.


Me queda la memoria ahora

—como depositaria privilegiada—

de las ausencias inevitables

—que a la muerte desafían—

cada vez que los recordamos.


Y heme aquí otra vez... 


Viviana Laura Castagno Fuentes

SÍ, ES ELLA


No, no son los ojos

es la mirada lo trascendente

transmite todo sin decir nada.


Hay ojos que hablan

y las palabras están ausentes

porque son innecesarias.


A veces, cruentas borrascas

la paz exilian e instalan guerras

y un grito de auxilio aparece.


Y no son las lágrimas,

es la mirada comunicando

que hay desgarros insoportables.


Pero también hay miradas 

que tienen la potestad 

de sonreír —cuando nos miran—. 


No, no son los ojos 

siempre será la mirada, siempre 

el lugar que ha elegido el alma.


No, no son los ojos...


Viviana Laura Castagno Fuentes

sábado, 9 de noviembre de 2024

EL INTIMIDANTE


Me intimidas, 

socavas y esmerilas

mis certezas todas.


Me anulas, 

y mis límites interiores

acotas con contundencia.


Me exacerbas,

aunque la ecuanimidad

y la paciencia me habiten.


Y me pregunto:

¿Por qué?

¿Por qué me desorganizas? 


Y creo poseer

las respuestas

aunque las preguntas huelguen.


Porque definitivamente amigo

eres un osado, 

un voraz, un desafiante.


Convocas con elegancia

a la majestuosidad

y la exhibes sin pudor alguno.


Eres un seductor nato, 

aun para los distraídos 

que fingen no verte. 


Pero para mí 

eres un magnificente, 

un divino sorbo literario. 


Aunque me intimides

me anules y me exacerbes

serás mi eviterno privilegiado. 


Posees dones 

que te convierten 

en un orbe único y misterioso. 


Eres estanque quedo, 

a río prudente mutas

—cuando tu naturaleza de mar— 

con donaire disimular intentas. 


Viviana Laura Castagno Fuentes 


viernes, 8 de noviembre de 2024

LO IRREVOCABLE


Te extraño,

cuando juega el viento

entre los abigarrados follajes

mientras a las aves despierta.


Te extraño,

mientras el café se enfría

porque aún te espero

intentando derribar los imposibles.


Te extraño,

cuando la mar embiste

a los distraídos acantilados

y luego, desahuciada retrocede.


Te extraño,

mientras observo los brotes

de una suculenta delicada

que en rosas se ha convertido.


Te extraño,

y es un sentimiento irrevocable

una parte de mí es terrenal

pero la otra — junto a ti vive—.


Viviana Laura Castagno Fuentes

DUEÑAS DE MÍ


Mis letras poseen 

la capacidad o el don

para inducir sutilmente

o callar a la poesía.


Y cuando ello sucede

no tengo injerencia alguna

—soy una rehén complaciente—

y ellas —mis carceleras—.


¿Podría aducir algo,

una justificación siquiera

que explique la orfandad

en que me sumen?


Definitivamente —no—,

porque no existe nada 

ellas son— mis amas dilectas—

y yo una obrera a su servicio.


—Percibo que me espían

como si me escudriñaran—

asoman sus ímpetus inspiradores

y luego hábilmente retroceden.


Aprendí junto a ellas

—el delicado arte de la paciencia—

y a mantenerme incólume, presta,

porque sin su anuencia, muere la poesía.


Viviana Laura Castagno Fuentes

INCONSISTENCIAS


No debes decir 

que me amas 

si no me conoces antes.


Es una afirmación frágil, nimia

hasta ambivalente —diría—

y carente de sustentos.


Debes observar antes 

los acantilados pétreos

que a mi camino esfuman.


O mis lágrimas anquilosadas

—en estalactitas devenidas—

ante un gran dolor insuperable.


¿Qué sabes sobre la plenitud

de mi infancia inolvidable

y de mis padres extraordinarios?


¿O la fragancia que atesoro

—la que sigilosamente ingresaba—

hasta la habitación y me despertaba?


¿Y sobre mis silencios

cuando las palabras huelgan

porque son innecesarias?


No, —nada de mí conoces—

soy una página en blanco

soy el libro que no he escrito.


Y no digas que me amas

porque cuando bajé a mi averno

estuve sola, no hubo nadie.


No, nada sobre mí sabes

—soy un misterio perpetuo—

soy preguntas, no respuestas.


Viviana Laura Castagno Fuentes

viernes, 1 de noviembre de 2024

EL INCONDICIONAL


¿Qué hay después 

de un gran amor munido

de incondicionalidades?


¿Qué hay después

de un amor sin restricciones

ataviado con luces reverberantes?


¿Qué hay después

luego de la exuberancia 

cuando los fríos acicatean?


Queda la adaptación

diaria e inevitable

a un amor que vivirá dentro.


La vida, la docente 

explica con contundencia

nos esperan amores intrascendentes.


Son los amores efímeros, nimios,

porque al alma solamente ingresan

los sublimes amores incondicionales.


Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 31 de octubre de 2024

UN SENTIMIENTO INSUPERABLE


Podría esgrimir 

muchos argumentos

y todos serían válidos,

pero no he logrado 

convencer a mi alma

que ya es tiempo 

para dejar de extrañarte.


Y me pregunto: 

¿Qué es extrañar,

por qué desordena

con un ímpetu arrasador

mi universo interno

donde reina la primavera

y no el caos del otoño?


Ensayo las respuestas,

hurgo en la definición

exacta y apropiada 

que explique con precisión

—un sentimiento inexacto—

y dubitativo que me amuebla

desorientando a mis estrategias.


Pero es tan complejo,

que ha derrotado con creces

todos mis recursos 

y agotó a mi diccionario,

diré solamente: —extrañar—

es claudicar ante una batalla

y más aún, es perder una guerra.


Y no me refiero 

a que es un sentimiento

insensato u oprobioso,

logra arrebatar mi paz

desdibuja mis zonas calmas

—donde aún vives sonriendo—

e inaugura al dolor de nuevo.


Viviana Laura Castagno Fuentes

martes, 29 de octubre de 2024

ELLA, MI MADRE


Mi madre, era una mujer con una sabiduría admirable. Deseé siempre ser una heredera de ese don (su sabiduría) a veces creo lograrlo, pero otras veces percibo que me extravío en el intento.


Ella fue quién me incitó a escribir, aunque comencé desde muy niña jamás tuve la intención de publicar un libro para albergarlas, hasta que mi madre —con su amor y tenacidad— logró convencerme y el libro vio la luz al comienzo del año 2020 —justo cuando parte del mundo apagaba la suya—.


Mi Madre partió hace un año y diez meses dejando zonas horadadas que son tan vastas como insuperables y me refiero al dolor que a veces parece exiliarse definitivamente —pero basta una foto o un recuerdo suyo— para que irrumpa con la fuerza de un vendaval y se aposente de nuevo, como si el tiempo se hubiese detenido en la madrugada de su adiós definitivo. Mi Madre apelando a lo que todavía deseaba "enseñarme" bajó su mascarilla y con las limitaciones de su patología expresó: "La muerte es lo más natural que existe" y falleció.


Ha sido una mujer tan única como extraordinaria, digna, magnánima hasta con quién no merecía y con la exquisita capacidad para disculpar la malicia a sabiendas de que era intencionada.


Podría continuar horas escribiendo sobre mi Madre, reconozco que merece un libro y en ello estoy abocada, pero plasmaré algo que siempre me decía (extraído de unas de sus incursiones en la lectura) y adoraba reiterarlo por la sabiduría que tenía implícita:


"Las dificultades nos ponen a hervir en agua, si somos como el huevo —nos volveremos duros e insensibles— pero si somos como la papa —nos volveremos blandos y maleables—, hija elige siempre ser una papa".


Sí mamá —elegí ser una papa— y te aseguro que me gratifica porque le aporta paz a mi universo y luz a mis días sombríos cuando la noche insiste en perpetuarse.


—Ser una papa— me mantiene erguida aun cuando extrañarte sea un hecho irremediable que carece de paliativos, pero jamás me volveré —un huevo— porque supiste transmitir valores inconmensurables con tus actitudes y ellos han sido —entre otros— la herencia más valiosa para mi vida.


Viviana Laura Castagno Fuentes

domingo, 27 de octubre de 2024

MIS SUEÑOS


Los sueños —esos intangibles—

son bordados por el alma

con el mismo tesón y amor

con que fueron diseñados.


Son una dúctil amalgama, 

una trama cuasi perfecta 

donde hábilmente se entrelazan 

eclécticos y coloridos matices.


Y amo hablar de sueños

—no me agradan los proyectos—

poseen reminiscencia a soberbia

nos enseña la vida —viviendo—.


He nacido casi —atesorándolos—

y lejos de pretender ser su carcelera

elegí incrustarles alas, siempre

para que sean libres —hasta de mí—.


Los sueños...


Viviana Laura Castagno Fuentes

SUTIL METAMORFOSIS

 

Un rosal solitario

con flores rojo púrpura

ha despabilado a un jardín

que estaba gris y alicaído.


Trajo la luz necesaria

que en ausencia estaba

y ahora su beldad exhibe

en el silencio de la estridencia.


Un rosal, un timorato casi,

se convirtió en escenógrafo

con sus rosas rojo púrpura

que en artistas devinieron.


Un rosal solitario

—un paradigma en sí mismo—

sobrevivió a condiciones inhóspitas

y enseñó todo con sus fulgores.


Viviana Laura Castagno Fuentes