No, no son los ojos
es la mirada lo trascendente
transmite todo sin decir nada.
Hay ojos que hablan
y las palabras están ausentes
porque son innecesarias.
A veces, cruentas borrascas
la paz exilian e instalan guerras
y un grito de auxilio aparece.
Y no son las lágrimas,
es la mirada comunicando
que hay desgarros insoportables.
Pero también hay miradas
que tienen la potestad
de sonreír —cuando nos miran—.
No, no son los ojos
siempre será la mirada, siempre
el lugar que ha elegido el alma.
No, no son los ojos...
Viviana Laura Castagno Fuentes

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