Tal vez la piedra
—inerte en apariencia—
sea un sueño petrificado.
Tal vez atesore
en sus pétreas entrañas
ilusiones que no fueron.
Porque se durmieron
o no se animaron
y en esa espera estéril fenecieron.
Quizás esté equivocada
y la inerte sea una gran sensitiva
preñada de nonatos sueños.
Viviana Laura Castagno Fuentes