SÍGUEME EN MI BLOG

domingo, 13 de octubre de 2019

EL OTEADOR



Los balcones, una osada intervención
de los diseños de la arquitectura;
un remedo con pretensión de patio,
una mano que se extiende generosa,
un regazo amparador para plantas
que amorosamente allí medran.

Es una extensión silenciosa, muda,
desafía con osadía los límites impuestos,
no acaba la vida adentro, el balcón es garantía,
invita a ingresar al cielo con su majestuosidad
y otea con presunción, los bellísimos jardines
que por doquier están, con sus vergeles,
sus árboles y sus flores, para la mirada, una fiesta.

Son la contención preferida para las aves,
muchas de ellas sobre la baranda se aposentan,
si hasta el canto de un zorzal despertador 
tiene al balcón como su palco preferido
y desde allí entona su deliciosa melodía.

Alguien los diseñó y debió tener un argumento.

Los balcones generan sensación de libertad,
si con solo presentirlos, hasta los humores mutan,
son un deleite hasta para la inspiración,
si sabremos sobre Romeos y Julietas;
definitivamente, quién los pergeñó,
era mucho más que un arquitecto o un diseñador,
fue un eximio poeta, devenido en constructor.

Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:

Publicar un comentario