No, no retornes ahora,
me había acostumbrado
a todo o a casi todo,
—la vida es una gran docente—
enseña en el día a día.
Hasta aprendí con ella,
a borrar con tus recuerdos
—las huellas profundas—
que se habían petrificado
y en el camino ya no existen.
No, no retornes ahora,
estás atesorada indemne
en un lugar inexpugnable,
no temas, no estoy evitando nada
—esquivo al dolor solamente—
ha sido largo el obstinado
y hacia él no regresaré nunca.
No, no retornes ahora,
he armado una estantería
con las tazas de café
que se enfriaron
mientras te aguardaba,
ahora es una biblioteca
donde doy reparo a mis libros.
No, no retornes ahora
—sigue tu camino—
la vida ofrece oportunidades
están esperando por ti
en una esquina o más allá
o donde menos lo intuyas.
Se quedaron los bellos recuerdos,
el jardín con gardenias
—por donde regresarías—
está impoluto y parece un sueño,
todo permanecerá intacto
pero te pido por favor
no retornes ahora, no vuelvas.
Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:
Publicar un comentario