¡No mamá, no me obligues por favor
a dormir la siesta, sabes que la detesto!,
deseo seguir jugando en la vereda
con mis hermanos y amigos,
pero si me obligas a pesar de todo,
arrebatarás toda mi alegría.
La siesta es para los adultos,
pero no fue inventada para niños,
nos secuestran toda la magia
esa que mantiene al alma despierta,
la que convoca a las hadas y los duendes.
La siesta es un arrebato,
—es una suspensión de la vida—
es una obligación inadmisible,
¡soy una niña mamá, escúchame!
es como si llamaras a la muerte
son horas perdidas irrecuperables
¡No mamá!, la siesta es un eclipse
mi universo interior se oscurece,
no me obligues por favor,
es un tema de los adultos
y soy una niña todavía.
Viviana Laura Castagno Fuentes

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