Me declaro sin hesitar siquiera,
una disidente, una enemiga acérrima,
de una emoción inmanejable
que desordena mis estabilidades
y ellas son, las odiosas despedidas.
¿Cómo decir adiós, cómo?
No existen manuales, ni libros,
no hay ensayos que enseñen
a dejar partir a quién amamos
sin quedar vacíos y lesionados.
El adiós es un desgarro
es una amputación en el alma,
nos desarma, nos debilita,
es estar desnudos, aun ataviados.
¿Cómo decir adiós, cómo?
Si lo que deseamos es decir: ¡Hola!
¿Cómo dejar ir con partes nuestras
si quedamos mutilados?
Definitivamente
aun amando a las palabras,
existe una de ellas que me exaspera
porque me desequilibra con creces,
no aprendí, no puedo, no quiero,
decir "adiós" con ligereza,
a quién tanto amo.
Viviana Laura Castagno Fuentes

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