No sabes...
¡Cuánto te extraño!
Mi imaginación día a día
sin que me proponga siquiera,
trae tus aromas
y esparce toda tu magia.
Y te apareces
ecléctica, desafiante,
supiste modelar como nadie
mi carácter timorato
y en temeraria me convertiste.
Y te imagino,
en este otoño vacilante
desnudando con habilidad
tus maravillosos túneles
de altísimos y vetustos plátanos.
¿Y cómo no extrañarte, dime?
Si fuiste una domadora,
insuflaste fortaleza, bríos,
a dones adormilados
que sin tu intervención
aún hoy, dormirían.
Te extraño y lo sabes,
nada es igual sin ti
porque todo es lo mismo,
no lograré olvidarte jamás
porque fuiste mía cuarenta años
mi díscola y frenética
ciudad de Buenos Aires.
Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:
Publicar un comentario