Cada vez que mis miedos atizan,
realizo un viaje imaginario, íntimo,
busco la montaña más alta
y desde la cúspide los arrojo.
Cada vez que mis miedos asoman,
hacia el océano me acerco
aguardo a las olas más altas
y en sus entrañas los ahogo.
Cada vez que mis miedos acechan,
preparo el desalojo inminente,
enmudezco a la mente mercenaria
y entrego todas las potestades al alma.
Cada vez que mis miedos cancelan
o intentan mutilar mis sueños,
se desata la más cruel de las batallas
-o fenezco yo o fenecen ellos-
no les habilito estratatagema alguna.
Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:
Publicar un comentario