Tengo un páramo
que atiza
desde las profundidades.
Es un usurpador,
un impertinente
un osado sin límites.
Sabe muy bien,
invade un sitio íntimo
un espacio reservado.
Tengo un páramo
que se empecina
en expulsar a un vergel,
y sabe que perderá
ante las glamorosas glicinas.
Tengo un páramo,
un usufructuario irredento
un perdedor nato
que será desalojado
por una primavera perpetua.
Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:
Publicar un comentario